jueves, 31 de diciembre de 2020


 

Juan 1; 1 – 8

En el principio ya existía aquel que era la palabra, y aquel que era la palabra estaba con DIOS y era DIOS. Todas las cosas vinieron a la existencia por DIOS, por ÉL y sin ÉL nada. ÉL era la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron.

Aquel que era la palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que viene al mundo. En el mundo estaba, el mundo había sido hecho por ÉL, el mundo no lo conoció. Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron, les concedió el poder de llegar a ser hijos de DIOS, a los que creen en su nombre. Y aquel que es la palabra se hizo hombre, y habitó entre nosotros, hemos visto su gloria, gloria que el corresponde a un unigénito del PADRE, lleno de gracia y de verdad.

Juan el Bautista dio testimonio de ÉL, clamando: A este me refería cuando dije: el que viene después de mi, tiene precedencia sobre mi, porque ya existía antes  que yo. Porque la ley fue dada por Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por JESUCRISTO.

A DIOS nadie lo ha visto jamás. Le Hijo unigénito, que esta en el seno del PADRE, es quien lo ha revelado.

PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario