Mateo 9; 37 – 31
Cuando JESÚS Salía de Cafarnaúm, lo siguieron dos ciegos,
que gritaban: ¡Hijo de David, compadécete de nosotros! Al entrar JESÚS en la
casa, se le acercaron los ciego y JESÚS les preguntó: “¿Creen que puedo hacerlo?”
Ellos contestaron: Si, SEÑOR. Entonces les tocó los ojos, diciendo: “que se
haga en ustedes conforme a su fe” Y se les abrieron los ojos. JESÚS les
advirtió severamente: “Que nadie lo sepa”. Pero ellos, al salir, divulgaron su
fama por toda la región.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.
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