Juan 1; 6 – 8 / 18 – 28
Hubo un hombre enviado por DIOS, que se llamaba Juan. Éste
vino como testigo, para dar testimonio de la luz. No para que creyeran en él,
sino para que creyeran que era testigo de la luz. Este testimonio dio Juan el
Bautista, cuando le preguntaron quién era él: Yo no soy el Mesías, yo soy la
voz que frita en el desierto. Enderecen el camino del SEÑOR, como anunció el
profeta Isaías.
Los enviados de los Fariseos le preguntaron: Entonces ¿Por
qué bautizas si no eres el Mesías? Juan le respondió: Yo Bautizo con agua, ,
pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, que viene detrás
de mi, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Esto sucedió
en Betania a la orilla del Jordán, donde
Juan Bautizaba.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR JESÚS.
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