Sirácides 6
El hombre malvado heredara confusión y vergüenza, lo mismo
el pecador que miente.
No te entregues a tus pasiones, se volverán contra ti y,
cual un toro, te destrozarán.
Devorarán tus hojas y destruirán tus frutos, dejándote como
un tronco seco.
Una pasión mala pierde al que la tiene y hace de él la Burla de sus enemigos.
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