Siracides 10
El dirigente sabio educara a su pueblo; el gobierno de un
hombre inteligente será ordenado.
Así como el jefe de un pueblo serán sus ministros, y como el
jefe de una ciudad serán sus habitantes.
Un rey sin instrucción arruinara a su pueblo, en cambio
prosperara la ciudad por la inteligencia de sus dirigentes.
En las manos del SEÑOR esta la suerte de un país, El mandara
al hombre que hace falta en el tiempo oportuno.
En manos del SEÑOR esta el éxito del hombre. El reviste de
su gloria a los gobernantes.
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