domingo, 6 de enero de 2013


Siracides 9

No tengas celo de tu propia esposa; el vendrán tentaciones para desgracia tuya.
No te entregues completamente a una mujer, no sea que llegue a dominarte.
No te acerques a la mujer  fácil, que puedes caer en sus redes.
No te demores con la mujer graciosa, para no quedar prendido de sus enredos.
No te fíes de la jovencita, para no ser castigado por ella.
No te entregues a las prostitutas para no perder tu herencia.
No pasees tu mirada por las calles de la ciudad, ni andes vagabundeando por lugares solitarios.
Aparta tus ojos de la mujer hermosa. No te quedes mirando la belleza ajena.

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