domingo, 21 de julio de 2013

No he trabajado para mi solo (Siracida 24)

No he trabajado para mi solo (Siracida 24)


Yo, por mi parte, no era mas que un canalito de río, un arroyo que se pierde en un jardín. Pero pensé: Voy a regar mi jardín, voy a rociar mis flores, ¡y he aquí que con mi arroyo se convirtió en un río, y mi río, en un mar!
¡Brille mi doctrina como la aurora y extienda su luz a lo lejos!
Propague mis lecciones como palabras proféticas: porque quiero dejarla para futuras generaciones. Vean: no he trabajado solo para mi, sino para todos los que buscan la sabiduría.
Hay tres cosas que hallo hermosas, y que son hermosas tanto para DIOS como para los hombres: la unión entre hermanos, la amistad entre prójimos y la perfecta armonía entre marido y mujer.


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