viernes, 30 de agosto de 2013

Corintios 5

Corintios 5 


Sabemos que nuestra casa terrena o, mejor dicho, nuestra tienda de campaña, llega a desmontarse, DIOS nos tiene levantado un edificio no por manos de hombres, una casa para siempre en los cielos. Por eso suspiramos y anhelamos el día en que se nos pongan en esa morada celestial por encima de la actual, pero ¿Quién puede saber si estaremos vestidos con este cuerpo mortal o ya estaremos sin él?
Si, mientras estamos bajo tiendas de campaña sentimos peso y angustia; no queremos que se nos quitase el vestido, sino que nos gustaría mas que se nos pusiese el otro encima y que la verdadera vida se tragase todo lo mortal.
Ha sido DIOS quien nos ha puesto en esta situación al darnos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir.


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