Corintios 9
Pues ¿Cómo podría alardear de anunciar el
Evangelio? Estoy obligado a hacerlo, y pobre de mi si no proclamo el Evangelio!
Si lo hiciera por decisión propia, podría esperar recompensa, pero si fue a
pesar mío, no queda mas que cumplir. Entonces, ¿Cómo podré merecer alguna recompensa?
Dando el Evangelio gratuitamente, y sin hacer valer mis derechos de evangelizador.
Así mismo, sintiéndome libre respecto de
todos, me he hecho esclavo de todos con
el fin de ganar a esa muchedumbre.
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