Mateo
13; 44 – 46
“El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido
en un campo. El hombre que lo descubre, lo vuelve a esconder; su alegría es
tal, que va a vender todo lo que tiene va y compra ese campo.
Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: Un
comerciante que busca perlas finas. Si llega a sus manos una perla de gran
valor, se va, vende cuanto tiene y la compra.”
Palabra
del Señor.
Comentario
En estas tres
parábolas, se repite una misma reacción: sorpresa ante el encuentro de lo
inesperado, que lleva a una acción. Ambas cosas nos hacen pensar que el
encuentro con el Reino es siempre nuevo y sorpresivo.
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