Mateo
16; 24 – 28
Entonces JESUS dijo a sus Discípulos: “El que quiera
seguirme, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y me siga. Porque el que
quiera asegurar su vida la perderá, pero el que sacrifique su vida por causa
mía, la hallará. ¿De que le servirá a uno ganar el mundo entero si se destruye
a si mismo? ¿Qué dará para rescatarse a si mismo?
Sepan que el Hijo del Hombre vendrá con la Gloria de
su PADRE, rodeado de ángeles, entonces recompensara a cada uno según su
conducta.
En verdad les digo: Algunos de los que están aquí presente
no morirán sin ante haber visto al Hijo del Hombre viniendo como rey”
Palabra
del Señor.
Comentario
La vida sólo
se gana perdiéndola, sobre todo en la entrega, en el servicio y en el caminar.
Por el contrario, querer conservarla egoístamente solo la arruina, y nada se
gana con eso. Como dice la canción del Padre Julián Zini: “Qué triste debe ser
llegar a viejo / con el alma y las manos sin gastar. / Qué triste integridad la
del pellejo / que nunca se jugó por los demás”.
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