Mateo
23; 23 – 26
¡Ay de ustedes maestros de la Ley y fariseos, que
son unos hipócritas! Ustedes pagan el diezmo hasta sobre la menta, el anís, y
el comino, pero no cumplen la Ley en lo que realmente tiene peso: La justicia,
la misericordia y la fe. Ahí esta lo que ustedes debían poner por obra, sin
descartar lo otro. ¡Guías ciegos! Ustedes cuelan un mosquito, pero se tragan un
camello.
¡Ay de ustedes maestros de la Ley y fariseos, que
son unos hipócritas! Ustedes purifican el exterior del plato y la copa, después
que la llenan de robo y violencia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por
dentro, y así también quedará limpia por fuera.
Palabra del Señor.
Comentario
“Jesús reprende a los fariseos: “porque teniendo
cierta jactancia de afectación inútil, abandonan el ministerio de las cosas más
útiles. El uso de la copa es interior, la cual, si está sucia por dentro, de
nada aprovechará que esté limpia por fuera. Por lo tanto, de lo primero que
debe cuidarse es del brillo de la conciencia interior, porque las cosas que
afectan al cuerpo, se limpian exteriormente. Y por esto añade: ‘Fariseo ciego,
limpia primero lo interior del vaso’, etc.” (San Hilario, In Matthaeum, 24).
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