Proverbios 29
En los pecados del malvado hay trampas para él, mientras que
el justo corre gozoso. El justo se interesa por lo problemas de los pobres, en
cambio, el malvado no comprende nada.
Los burlones alborotan la ciudad, pero los sabios apaciguan
la cólera.
Cuando el sabio tiene pleito con un torpe, aunque se enoje o
bromee, no consigue nada.
Los hombres criminales odian al hombre bueno, pero los
buenos buscan su presencia.
El torpe da libre curso a sus arrebatos, el sabio los
reprime.
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