Proverbios 30
Toda palabra de DIOS es verdadera, es un escudo para quien
se refugia en El. No agregues nada a sus palabras, no sea que te reprenda y te
tenga por mentiroso.
¡Oh, SEÑOR, te imploro dos cosas, no me las niegues antes
que muera! Aleja de mi la mentira y la falsedad, no me concedáis ni riqueza ni
pobreza, déjame comer mi parte del pan, no sea que, satisfecho me aparte de Ti
y diga: ¿Quién es YABE?, o que,
necesitado, robe y profane el nombre de mi DIOS.
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