Sal 12, 6
Señor, yo confío en tu misericordia: que mi corazón se alegre porque me salvaste. Cantaré al Señor, porque me ha favorecido.
Marcos
9; 41 – 50
“Y cualquiera que les de de beber un vaso de agua
porque son de Cristo, YO les aseguro que no quedará sin recompensa.
El que haga caer a uno de esto pequeños que creen en
mi, sería mejor para él que le ataran al cuello una gran piedra de moler y lo
echaran al mar.
Si tu mano te esta haciendo caer, córtatela; pues es
mejor para ti entrar con una sola mano en la vida que ir con las dos a la gehena:
Lugar maldito, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te esta haciendo caer,
córtatelo, pues es mejor para ti ir cojo en la vida, que ser arrojado con los
dos pies a la gehena. Y si tu ojo prepara tu caída, sácatelo, pues es mejor
para ti entrar con un solo ojo en el Reino de DIOS, que ser arrojado con los
dos al infierno, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga. Pues el mismo
fuego lo conservará. La sal es buena, pero si la sal pierde su sabor, ¿con que
se lo devolverán? Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros.”
Palabra
del Señor.
Comentario
Dar
un vaso de agua puede ser el símbolo de la hermandad. Entre cristianos, este es
el gesto mínimo de atención que Jesús nos pide. ¡Cuánto más podemos hacer,
movidos por el amor, con aquellos que son de Cristo! Especialmente, procuremos
ayudar a todos los misioneros que hacen que Cristo sea conocido y amado.
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