Sal 46, 2
Todos los pueblos aplaudan y aclamen al Señor con gritos de alegría. Aleluya.
Evangelio Jn 17, 6a. 11b-19
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
A la hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús levantó los ojos al cielo, y oró diciendo: “Padre santo, manifesté tu nombre a los que separaste del mundo para confiármelos. Cuídalos en tu nombre, el que tú me diste para que sean uno, como nosotros. Mientras estaba con ellos, yo los cuidaba en tu nombre, el que tú me diste; los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se cumpliera la Escritura. Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto. Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad. Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo. Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad”.
Palabra del Señor.
Comentario
Estas palabras del Señor forman parte de la que ha sido llamada “Oración Sacerdotal”, porque Jesús se presenta como mediador, función de todo sacerdote. En esta plegaria, él intercede (“media”) por nosotros. El Señor presenta al Padre una oración por cada uno de nosotros, para que el Padre nos cuide y esté siempre atento a nuestras necesidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario