miércoles, 13 de julio de 2016

Mateo 11; 25 – 27

En aquella ocasión JESUS exclamó: “YO te alabo, PADRE, SEÑOR del Cielo y de la tierra, porque has mantenido oculta estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente mas sencilla. Si, PADRE, pues así fue tu agrado.
MI PADRE ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al hijo sino el PADRE, y nadie conoce al PADRE sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo se lo quiera dar a conocer. ”
Palabra del Señor.

Comentario

“Al decir ‘a los sabios’, no se refiere a la verdadera sabiduría, sino a aquella que pretendían tener los escribas y los fariseos. Y por eso no dijo: ‘Revelaste estas cosas a los necios’, sino a los pequeñuelos, esto es, a los sencillos o rústicos. En esto nos enseña el cuidado que debemos tener de huir del orgullo y de amar la humildad” (san Juan Crisóstomo, Homiliae in Matthaeum, 38,1).


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