El perezoso y el insensato
Anda a ver la hormiga, perezoso, mira sus costumbres y te
harás sabio. Ella no tiene jefe, ni mayordomo, ni amo. Asegura en el verano su
provisión, recoge durante la ciega su comida, ¿hasta cuando, perezoso estarás
acostado? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Dormir un poco, dormitar otro
poco, descansando con los brazos cruzados y como un vagabundo te viene la
miseria y como un mendigo la pobreza.
Un malvado, un hombre injusto, anda con falsedades en la
boca. Guiña el ojo, patalea y hace señas con los dedos. Torcido esta su corazón;
piensa continuamente en el mal y trae discusiones.
Por eso vendrá sobre él de repente la ruina y no habrá
remedio.
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