Proverbios 5
No sea que los otros se hagan rico con lo tuyo y tu salario vaya a parar a casa de un
desconocido.
Al fin tendrás que gemir cuando tu cuerpo y tu carne estén
consumidos.
Dirás: ¿Por qué deteste la instrucción y no hice caso de las
reprensiones?
¿Por qué no quise escuchar a mis maestros y seguir sus
consejos?
Por poco llego al colmo de la desgracia en medio de la
comunidad.
Bebe, pues, el agua de tu cisterna, lo que corre de tu propio
pozo.
¿Deben derramarse fuera tus fuentes? ¿correrán por las
plazas tus arroyos? Sean para ti solo y no para los de afuera.
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