Proverbios 10
Quien guiña el ojo, acarrea dolor, quien reprende de frente
procura tranquilidad.
La boca del justo es fuente de vida, pero la de los malvados
oculta la violencia.
El oído enciende peleas, el amor encubre todas las faltas.
En los labios del hombre sabio se halla la sabiduría, el
palo es para las espaldas del insensato.
Los sabios atesoran ciencia, pero la boca del loco prepara
la ruina.
La fortuna del rico es su plaza fuerte, el mal de los pobres
es su indigencia.
El trabajo del justo le procura la vida; las entradas del
malvado, la ruina.
Respetar la disciplina es caminar a la vida, el que desoye el
llamado de atención se pierde.
El que disimula su odio es hipócrita, quien levanta
calumnias es un torpe.
En el mucho hablar no faltará el pecado, el que refrena sus
labios es prudente.
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