Eclesiastés 11
Echa tu pan al agua, a la larga lo volverás a hallar. Repártelo
entre siete u ocho, porque no sabes las desgracias que pueden sobrevenir.
Si las nubes están llenas de agua, la derramarán sobre la
tierra. Si un árbol se cae, sea hacia el norte o hacia el sur, en el lugar que
cae quedará.
Quien observa el viento no siembra, y el que mira las nubes
no cosecha.
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