sábado, 24 de noviembre de 2012


Eclesiastés 12

Acuérdate de tu Creador en el tiempo de tu juventud, antes de que lleguen los días amargos y los años en que debas decir: No encuentro placer en ellos.
Antes de que se oscurezca la luz del sol, la luna y las estrellas, y de que las nubes vuelvan después de llover.
Cuando tiemblen los guardias de las casas, cuando se encorven los hombres fuertes, y cesen las que muelen, por ser muy pocas.
Porque el hombre se va a su morada de eternidad, y las lloronas circulan ya por las calles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario