Eclesiastés 12
Acuérdate de tu Creador en el tiempo de tu juventud, antes
de que lleguen los días amargos y los años en que debas decir: No encuentro
placer en ellos.
Antes de que se oscurezca la luz del sol, la luna y las estrellas,
y de que las nubes vuelvan después de llover.
Cuando tiemblen los guardias de las casas, cuando se
encorven los hombres fuertes, y cesen las que muelen, por ser muy pocas.
Porque el hombre se va a su morada de eternidad, y las
lloronas circulan ya por las calles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario