Mal 2, 6
La doctrina de verdad estaba en su boca y no se encontró maldad en sus labios; caminaba conmigo en paz y rectitud, y apartó a muchos de la iniquidad.
Mateo
8; 23 – 27
JESUS subió a la barca y sus Discípulos le
siguieron. Se levanto una tormenta muy violenta en el lago, con olas que
cubrían la barca, pero El dormía. Los Discípulos se acercaron y lo despertaron
diciendo: ¡SEÑOR, sálvanos que estamos perdidos! Pero El les dijo: “¡que
miedosos son ustedes! ¡que poca fe tienen!” Entonces se levanto, dio una orden
al viento y al mar, y todo volvió a la mas completa calma.
Grande fue el asombro; aquellos hombres decían: ¿Quién
es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?
Palabra
del Señor.
Comentario
El
grito es justificado, y la desesperación también. Sin embargo, Jesús les
reprocha su incredulidad porque no se han fijado en quién está con ellos. Si
sabemos que Jesús está con nosotros, debemos confiar en él.
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