miércoles, 8 de junio de 2016

Sal 26, 1-2

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? Cuando avanzan contra mí los enemigos, son ellos los que tropiezan y caen.

Mateo 5; 17 – 19

“No crean que he venido para suprimir la Ley o a los profetas. He venido, no para deshacer, sino para traer lo definitivo. En verdad les digo: mientras dure el cielo y la tierra, no pasara una letra o una coma de la ley hasta que todo se realice.
Por tanto, el que ignore el último de esos mandamientos y enseñe a los demás a hacer lo mismo, será el mas pequeño en el Reino de los Cielos. En cambio el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los Cielos.”
Palabra del Señor.

Comentario

En este año del Jubileo de la Misericordia, la Iglesia nos recuerda que una de las obras de misericordia espirituales es “enseñar al que no sabe”. Según estas palabras de Jesús, lo que debemos enseñar es el amor, que es lo único que plenifica la Ley.

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