Sal 27, 8-9
El Señor es la fuerza de su pueblo, el baluarte de salvación para su Ungido. Señor, salva a tu pueblo y bendice a tu heredad; apaciéntalo, y sé su guía para siempre.
Mateo
7; 1 – 5
“No juzguen a los demás y no serán juzgados ustedes.
Porque de la misma manera que ustedes juzguen así serán juzgados, y la misma
medida que ustedes usen para los demás, será usada para ustedes. ¿Qué pasa? Ves
la pelusa en el ojo de tu hermano, ¿y no te das cuenta del tronco que hay en el
tuyo? Hipócrita, saca primero el tronco que tienes en tu ojo y así verás mejor
para sacar la pelusa del ojo que tiene tu hermano.”
Palabra
del Señor.
Comentario
No
juzgar al hermano parece ser algo esperable de cualquier persona, pero es una
exigencia aun mayor para quien sigue a Jesús. Cuando juzgamos, podemos caer en
discriminaciones, condenas, rupturas y diversos modos de marginaciones. Muy por
el contrario, el creyente debe convocar y unir con la meta de mejorar la vida
comunitaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario