Sal 15, 5-6
El Señor es mi herencia y mi cáliz; tú me entregas mi herencia.
Mateo
5; 38 – 42
“Ustedes han oído que se les dijo: Ojo por ojo y
diente por diente. Pero YO les digo: No resistan al malvado. Antes bien, si alguien
te golpea en la mejilla derecha, ofrécele También la otra. Si alguien te hace
pleito por la camisa, entrégale también el manto. Si alguien te obliga a
llevarle la carga, llévasela el doble mas lejos. Da al que te pida, y al que espera
algo de ti prestado, no le vuelvas la espalda.”
Palabra
del Señor.
Comentario
Si
respondemos con violencia a los violentos, ese circuito de mal nunca terminará.
No devolver el mal recibido es el primer paso para que la violencia no se siga
expandiendo. Desde el punto de vista humano, a veces es difícil renunciar a la
venganza. No obstante, esto es posible cuando dejamos nuestra vida en manos de
Dios.
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