Saber hablar y saber callarse
¿Oíste algo? Sé una tumba, quédate
tranquilo, no vas a reventar por eso.
Por una palabra que oyó el tonto, siente
dolores como una mujer que va a dar a luz. Como flecha clavada en el muslo, así
es un secreto en el corazón de un torpe.
Conversa con tu amigo; tal vez no ha hecho esto;
si lo ha hecho, para que no vuelva a hacerlo.
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