Torpes y tontos
Par el insensato, la disciplina es como grilletes
en sus pies y como esposas en sus manos. El tonto ríe a gritos, mientras que el
hombre de buen sentido apenas sonríe silenciosamente.
Para el hombre prudente la disciplina es
como una joya de oro, como un brazalete en su brazo derecho.
El pie del tonto entra pronto en la casa, el
hombre de experiencia no se atreve. El insensato mira desde la puerta al
interior, el hombre bien educado permanece afuera.
Es mala educación ponerse a escuchar en las
puertas, un hombre juicioso siente vergüenza de hacerlo.
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