martes, 11 de septiembre de 2012


Proverbios 21

Mas vale vivir en un rincón del entretecho que tener casa común con una mujer rabiosa.
El alma del malvado desea el mal; ni su amigo encuentra compasión siquiera a sus ojos.
Cuando es castigado el burlón, el simple se hace sabio; éste gana en saber.
El justo vigila la casa del malvado y arroja a los malvados en la desgracia.
Quien cierra sus oídos al llamado del pobre, grita también él, sin que le contesten.
Un regalo discreto calma la cólera, un presente solapado desvía el furor violento.

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