viernes, 30 de noviembre de 2018

Evangelio     Mt 4, 18-22


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores. Entonces les dijo: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”. Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron. Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.
Palabra del Señor.

Comentario


El llamado a estos dos hermanos les ha cambiado la vida, pero también la vida familiar. Cuando el Señor nos convoca, y nos incluye en su proyecto del Reino nada queda igual, porque nuestra opción modifica el presente y los proyectos de todos. Nuestro mundo cambia, y por eso el mundo entero también cambia. El Señor llama a Pedro, a Andrés, y a cada uno. Te sugiero un hermoso ejercicio de oración: leé el texto, hacé silencio, y cambiá el nombre de Andrés por el tuyo. Y pensá cómo cambia tu vida y tu entorno con tu respuesta positiva y tu seguimiento del Señor.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 21, 20-28


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús hablaba a sus discípulos acerca de su venida: Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima. Los que estén en Judea que se refugien en las montañas; los que estén dentro de la ciudad que se alejen; y los que estén en los campos que no vuelvan a ella. Porque serán días de escarmiento, en que todo lo que está escrito deberá cumplirse. ¡Ay de las que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! Será grande la desgracia de este país y la ira de Dios pesará sobre este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que el tiempo de los paganos llegue a su cumplimiento. Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús llama a tener una gran atención a los sucesos y los signos. Es necesario saber discernir que mientras la destrucción y los más poderosos rodean a los más débiles, hay que liberarse de la tentación de pensar que eso es el fin. No. El fin no ha llegado aún. El fin verdadero se revelará en Cristo, descendiendo como Salvador y Liberador. Porque el mal no será la última palabra que se escuche.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 21, 10-19


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús hablaba a sus discípulos acerca de su venida: Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo. Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas.
Palabra del Señor.

Comentario


No sabemos cómo será nuestra reacción en las situaciones que describe el evangelio. Por lo tanto, solo nos queda, desde ahora, preparar nuestra vida siendo desde ya perseverantes. Nuestra fidelidad a Dios no se hace de un día para el otro, sino que se construye desde las entregas diarias y las ofrendas pequeñas.

martes, 27 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 21, 5-9


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas. Entonces Jesús dijo: “De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”. Ellos le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?”. Jesús respondió: “Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: ‘Soy yo’, y también: ‘El tiempo está cerca’. No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin”.
Palabra del Señor.

Comentario


La usurpación del nombre de Jesús es más común de lo que pensamos. Lo vemos en quienes utilizan máscaras y caretas de salvadores y esconden la nefasta verdad del abuso, la mentira y la opresión. Es importante estar muy atentos, para no dejarnos llevar por “mesianismos” que no vienen de Dios.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 21, 1-4


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que ponían sus ofrendas en el tesoro del Templo. Vio también a una viuda de condición muy humilde, que ponía dos pequeñas monedas de cobre, y dijo: “Les aseguro que esta pobre viuda ha dado más que nadie. Porque todos los demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir”.
Palabra del Señor.

Comentario


Podemos estar rodeados de multitudes, griteríos y empujones. Y quizás eso nos distraiga de ver otras cosas, que puedan ser más importantes. No le pasó eso a Jesús. Entre lo apabullante que serían las ostentosas limosnas de los ricos, cargadas por supuesto de un aparato de promoción para que todos los alaben, admiren y quieran ser como ellos, Jesús vio lo único que valía la pena ver y lo que nadie pudo ver: a una pobre mujer generosa. ¿Y nosotros? ¿No caemos en las distracciones de los poderes en lugar de ver la grandeza y riqueza de los pobres?

sábado, 24 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 20, 27-40


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Se acercaron a Jesús algunos saduceos, que niegan la resurrección, y le dijeron: “Maestro, Moisés nos ha ordenado: ‘Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda’. Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda, y luego el tercero. Y así murieron los siete sin dejar descendencia. Finalmente, también murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?”. Jesús les respondió: “En este mundo los hombres y las mujeres se casan, pero los que son juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección no se casan. Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. Que los muertos van a resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor ‘el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’. Porque él no es un Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para él”. Tomando la palabra, algunos escribas le dijeron: “Maestro, has hablado bien”. Y ya no se atrevían a preguntarle nada.
Palabra del Señor.

Comentario


Es una gran fantasía ponerse a discutir sobre “la vida en el Cielo”. Lo que sí podemos hacer es contemplar esta vida “desde” la mirada de Dios, desde el Cielo mismo. Por eso, ver la vida, el mundo de los vivos, desde los ojos de Dios siempre será un asombro y una sorpresa.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 19, 45-48


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús, al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: “Está escrito: ‘Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones’”. Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.
Palabra del Señor.

Comentario


El evangelio narra un momento fuerte de la vida de Jesús, y por supuesto del pueblo y de todos los presentes. ¡Quién lo hubiera dicho: hacer de la Casa de Dios un lugar de negocios! Pero lo sabemos también nosotros: muchos se aprovechan de la Casa de Dios, de su Iglesia, de su Nombre, para hacer negocios, para beneficiarse, para esconder sus instintos más bajos y desplegar sus ambiciones. También ellos hoy deben temer ser expulsados por el Señor.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 19, 41-44


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo: “¡Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios”.
Palabra del Señor.

Comentario


Como anticipando lo que le pasará a la Ciudad Santa cuando sea invadida por Roma, y como anticipando también lo que pasa en cada ciudad o cada pueblo amenazado por la violencia y el mal, Jesús nos vuelve a hablar de la necesidad de paz. Por eso, nos preguntamos si somos receptores de este mensaje, también si somos transmisores de la paz, y si nos lamentamos y lloramos por la falta de paz o colaboramos con la agresión social, con el desprecio, la marginación, la discriminación y tantas otras formas de violencia.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Evangelio     Mt 12, 46-50


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con él. Alguien le dijo: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte”. Jesús le respondió: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?”. Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: “Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre”.
Palabra del Señor.

Comentario

Es importante tener muy en cuenta a tantos hermanos y hermanas que se agolpan en torno a Jesús en santuarios, templos, peregrinaciones y actos de culto. Estos son sus hermanas, hermanas, sus madres, su familia. Ninguno de nosotros podemos “acaparar” a Jesús, y mucho menos pretender que sea “nuestro” por el simple motivo de cumplir algún que otro precepto.

martes, 20 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 19, 1-10


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicómoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: “Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa”. Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: “Se ha ido a alojar en casa de un pecador”. Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: “Señor, yo doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le doy cuatro veces más”.Y Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido”.
Palabra del Señor.

Comentario


“Zaqueo se asemeja a tantas personas de recta intención y a tantos marginados de nuestra sociedad que buscan a Dios aun sin saber lo que buscan, pero la comunidad no les facilita el encuentro con el Salvador porque los tienen como pecadores incapaces de redención. A estos que buscan a Dios con sincero corazón, Jesús no los abandona y se les manifiesta para ofrecerles su salvación” (Luis H. Rivas, La obra de Lucas I. El Evangelio, Ed. Agape)

lunes, 19 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 18, 35-43


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía. Le respondieron que pasaba Jesús de Nazaret. El ciego se puso a gritar: “¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!”. Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!”. Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo a su lado, le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?”. “Señor, que yo vea otra vez”. Y Jesús le dijo: “Recupera la vista, tu fe te ha salvado”. En el mismo momento, el ciego recuperó la vista y siguió a Jesús, glorificando a Dios. Al ver esto, todo el pueblo alababa a Dios.
Palabra del Señor.

Comentario


El ciego y Jesús son los personajes centrales del relato. El primero se muestra al borde del camino como un mendigo, su pregunta acerca de quién está pasando, su grito, y otro grito más fuerte, su pedido de poder ver, y su posterior seguimiento de Jesús, luego de haber sido curado, parece demostrarlo. Y desde otro lado, la intervención majestuosa y magistral de Jesús, que desoye a quienes quieren callar los gritos de este hombre, y escucha entre todo el griterío de la multitud el clamor de quien solo puede gritar. El relato une el clamor y la necesidad con la atención y la respuesta de Jesús. Porque, aunque muchos quieran callar, los gritos son gritos más potentes, el Señor siempre escuchará el clamor del más débil.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Evangelio     Mc 13, 24-32


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús dijo a sus discípulos: “En aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán. Y se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de poder y de gloria. Y él enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte. Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta. Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre”.
Palabra del Señor.

Comentario


“El Evangelio recoge una preocupación que había en los cristianos, cuando Cristo ya padeció y resucitó y el anuncio de un Reino lo sentían tan cercano, que para muchos constituía una tentación: esperarlo ya próximo. Pero Cristo les había dicho que ni el Hijo sabía la hora ni el momento. Y fue trabajo de los pastores de los primeros años del cristianismo decir que esa cercanía era para mantener en los cristianos, una tensión. Esta es la fe cristiana. Una tensión que se llama esperanza. Esperar al Cristo que ha prometido que volverá. En nuestra misa lo estamos repitiendo: ‘Ven, Señor Jesús’. El pueblo cristiano camina animado por una esperanza hacia un reino de Dios” (San Oscar Romero, 18/11/1979).

sábado, 17 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 18, 1-8


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: “En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: ‘Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario’. Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: ‘Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme’”. Y el Señor dijo: “Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?”.
Palabra del Señor.

Comentario

Sería importante “enlazar” el inicio del relato con el final. Jesús comienza hablando de orar “sin desanimarse” y termina cuestionándose si habrá fe en la tierra cuando él vuelva. Es que para no desanimarse en el camino de oración es necesario sostenerse desde una fe sólida, madura y firme.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 17, 26-37


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: “En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos. Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre. En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo no vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de salvar su vida la perderá; y el que la pierda la conservará. Les aseguro que en esa noche, de dos que estén en el mismo lecho, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada”. Entonces le preguntaron: “¿Dónde sucederá esto, Señor?”. Jesús les respondió: “Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres”.
Palabra del Señor.

Comentario

En los ejemplos que pone Jesús a sus discípulos se destaca una situación de urgencia. Es que el Reino viene en todo momento, de manera sorpresiva. Pero que el Reino llegue de manera sorpresiva y urgente no significa que no haya sido anunciado. Por lo tanto, los discípulos no tenemos excusas ante la venida sorpresiva del Reino: Jesús lo anunció, y nos preparamos para su llegada.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 17, 20-25


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Los fariseos le preguntaron a Jesús cuándo llegará el Reino de Dios. Él les respondió: “El Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’. Porque el Reino de Dios está entre ustedes”. Jesús dijo después a sus discípulos: “Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. Les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’, pero no corran a buscarlo. Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación”.
Palabra del Señor.

Comentario


El Reino de Dios ya está en medio de nosotros. Pero aún falta que llegue a su plenitud con la manifestación gloriosa de Jesucristo. “Ya, pero todavía no”. En esta tensión pasamos nuestra existencia en este mundo. En muchas ocasiones podemos palpar los signos del Reino de Dios, que está presente y obrando como levadura en la masa. Y esto ocurre al mismo tiempo que sufrimos las acciones del anti-Reino, de quienes quieren impedir que la Buena Noticia llegue a cada ser humano.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 17, 11-19


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea. Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia y empezaron a gritarle: “¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!”. Al verlos, Jesús les dijo: “Vayan a presentarse a los sacerdotes”. Y en el camino quedaron purificados. Uno de ellos, al comprobar que estaba sano, volvió atrás alabando a Dios en voz alta y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano. Jesús le dijo entonces: “¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?”. Y agregó: “Levántate y vete, tu fe te ha salvado”.
Palabra del Señor.

Comentario


Todos fueron curados, sólo uno transformó completamente su vida. Y era un samaritano, del pueblo al cual se consideraba enemigo, hereje e impuro. Una vez más se constata en el ministerio de Jesús que las personas tenidas por poco piadosas, porque su práctica religiosa no concuerda con la religión oficial, resultan ser las que tienen mayor sensibilidad para descubrir el paso de Dios por sus vidas.

martes, 13 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 17, 7-10


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: “Ven pronto y siéntate a la mesa”? ¿No le dirá más bien: “Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después”? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: “Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber”.
Palabra del Señor.

Comentario

Como tantas veces, Jesús toma un ejemplo de la vida cotidiana de su tiempo. Los siervos eran quienes debían estar siempre dispuestos a su tarea, sin esperar que hubiera pago o recompensa por eso. Esa es nuestra actitud para que se haga realidad el Reino de Dios: hagamos lo que debemos hacer.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 17, 1-6


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: “Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños. Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: ‘Me arrepiento’, perdónalo”. Los Apóstoles dijeron al Señor: “Auméntanos la fe”. Él respondió: “Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, ella les obedecería”.
Palabra del Señor.

Comentario

La fe hace que nuestro corazón confíe plenamente en Dios, entregándole nuestra vida. No son entonces nuestras pequeñas fuerzas o magros recursos los que harán grandes cosas, sino la convicción de que Dios quiere darnos todo lo bueno. Por eso dice Jesús más de una vez: “Basta con que tengas fe”.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 16, 9-15


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús decía a sus discípulos: “Gánense amigos con el dinero de la injusticia, para que el día en que este les falte, ellos los reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco también es deshonesto en lo mucho. Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto, ¿quién les confiará el verdadero bien? Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les confiará lo que les pertenece a ustedes? Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero”. Los fariseos, que eran amigos del dinero, escuchaban todo esto y se burlaban de Jesús. Él les dijo: “Ustedes aparentan rectitud ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones. Porque lo que es estimable a los ojos de los hombres resulta despreciable para Dios”.
Palabra del Señor.

Comentario


Si el dinero se convierte en señor, todo se rinde ante él. Se vuelve un ídolo que nos torna esclavos y se roba nuestro corazón. Elijamos mejor servir al Dios de la vida, que libera y plenifica.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Evangelio     Jn 2, 13-22


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: “Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio”. Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá. Entonces los judíos le preguntaron: “¿Qué signo nos das para obrar así?”. Jesús les respondió: “Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar”. Los judíos le dijeron: “Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?”. Pero él se refería al templo de su cuerpo. Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado.
Palabra del Señor.

Comentario


“Una y otra cosa, esto es, el cuerpo de Jesús y el templo, me parece que representan la Iglesia, porque esta se levanta con piedras vivas, se convierte en casa espiritual y en sacerdocio santo por aquellas palabras de san Pablo: ‘Ustedes son el cuerpo de Cristo y miembros cada uno a su modo’ (1Cor 12, 27). Y así como vemos que se destruye el edificio levantado con piedras, también todos los huesos de Jesucristo habían de disgregarse con las contrariedades de las tribulaciones; pero sería reconstruido y resucitado al tercer día, porque estaría presente en el nuevo cielo y en la nueva tierra.” (Orígenes, Comentario al Evangelio).

jueves, 8 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 15, 1-10


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo, pero los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: “Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos”. Jesús les dijo entonces esta parábola: “Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido’. Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”. Y les dijo también: “Si una mujer tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, llama a sus amigas y vecinas, y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me había perdido’. Les aseguro que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte”.
Palabra del Señor.

Comentario


“El evangelio de Lucas multiplica las escenas en las que aparece de relieve la misericordia de Dios, debido a que quiere mostrar que Dios tiene misericordia de todos. En el capítulo 15 se acumulan tres parábolas sobre este mismo tema: la de la oveja perdida, la de la moneda perdida y la del hijo perdido (o como se la llama generalmente: la parábola del hijo pródigo). Esta relevancia que le da a la misericordia de Dios está orientada a mostrar la actitud que se debe tener para con los paganos: ellos son los desheredados, excluidos de la historia de salvación, a quienes Dios, compadecido, quiere salvar” (Luis Rivas, Qué es un evangelio, Ed. Claretiana).

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 14, 25-33


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Junto con Jesús iba un gran gentío, y él, dándose vuelta, les dijo: Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue no puede ser mi discípulo. ¿Quién de ustedes, si quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo vean se rían de él, diciendo: “Este comenzó a edificar y no pudo terminar”. ¿Y qué rey, cuando sale en campaña contra otro, no se sienta antes a considerar si con diez mil hombres puede enfrentar al que viene contra él con veinte mil? Por el contrario, mientras el otro rey está todavía lejos, envía una embajada para negociar la paz. De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee no puede ser mi discípulo.
Palabra del Señor.

Comentario

El Reino de Dios no se puede vivir a medias. Nuestro seguimiento de Jesús exige una definición total. Entonces, todo lo que somos y tenemos, nuestras relaciones y nuestros bienes, quedan orientados a una experiencia más profunda y real que da sentido a todo. Así es como el Reino de Dios comienza a ser realidad en esta tierra.

martes, 6 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 14, 1a. 15-24


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Uno de los invitados le dijo: “¡Feliz el que se siente a la mesa en el Reino de Dios!”. Jesús le respondió: “Un hombre preparó un gran banquete y convidó a mucha gente. A la hora de cenar, mandó a su sirviente que dijera a los invitados: ‘Vengan, todo está preparado’. Pero todos, sin excepción, empezaron a excusarse. El primero le dijo: ‘Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo. Te ruego me disculpes’. El segundo dijo: ‘He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos. Te ruego me disculpes’. Y un tercero respondió: ‘Acabo de casarme y por esa razón no puedo ir’. A su regreso, el sirviente contó todo esto al dueño de casa, y este, irritado, le dijo: ‘Recorre en seguida las plazas y las calles de la ciudad, y trae aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los paralíticos’. Volvió el sirviente y dijo: ‘Señor, tus órdenes se han cumplido y aún sobra lugar’. El señor le respondió: ‘Ve a los caminos y a lo largo de los cercados, e insiste a la gente para que entre, de manera que se llene mi casa. Porque les aseguro que ninguno de los que antes fueron invitados ha de probar mi cena’”.
Palabra del Señor.

Comentario


¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios! ¿Qué hace falta para participar de este banquete? Simplemente, aceptar la invitación, nada más. Qué triste sería que nos perdamos el banquete del Reino porque nuestros planes marcan otras prioridades.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 14, 1. 12-14


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Jesús dijo al que lo había invitado: “Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos. ¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!”.
Palabra del Señor.

Comentario


La mesa cristiana es una mesa tendida para aquellos a los que nadie quiere invitar. Jesús no nos dice simplemente que les demos de comer a estos hermanos, sino que nos sentemos a comer con ellos. Entonces, cada mesa será anticipo del Reino.

sábado, 3 de noviembre de 2018

Evangelio     Lc 14, 1. 7-11


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola: “Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: ‘Déjale el sitio’ y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar. Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate más’, y así quedarás bien delante de todos los invitados. Porque todo el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado”.
Palabra del Señor.

Comentario


Vivimos tiempos de mucho exhibicionismo y mucho afán de figurar a cualquier precio. Jesús nos amonesta sobre este punto, y nos invita a recordar cuál es nuestro lugar. En la humildad de reconocernos tal cual somos estará nuestra grandeza.