miércoles, 31 de agosto de 2016

Lucas 4; 38 – 44

Al salir JESUS de la Sinagoga se fue a la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta, y le rogaron por ella, JESUS se inclino hacia ella, dio una orden a la fiebre, y esta desapareció. Ella se levanto al instante y se puso a atenderlos.
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversos males, se los llevaban a JESUS y EL los sanaba imponiéndoles las manos a cada uno. También salieron demonios de varias personas; ellos gritaban: Tu eres el Hijo de DIOS, pero El los amenazaba y no les permitía decir que EL era el Mesías, porque lo sabían.
JESUS salió al amanecer y se fue a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando, y los que pudieron dar con El lo instaban a que no se fuera de su pueblo. Pero JESUS le dijo: “YO tengo que anunciar en las otras ciudades también la Buena Nueva del Reino de DIOS, porque para eso he sido enviado.”
Salió, pues, a predicar por las sinagogas de toda Judea.
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús se muestra atento a las necesidades, respondiendo a los hombres y mujeres que, doloridos, acuden a él. Su misericordia lo lleva también a otros pueblos y culturas, lo cual abre cada vez más su círculo de acción.


martes, 30 de agosto de 2016

Mateo 13; 44 – 46

“El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre, lo vuelve a esconder; su alegría es tal, que va a vender todo lo que tiene va y compra ese campo.
Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: Un comerciante que busca perlas finas. Si llega a sus manos una perla de gran valor, se va, vende cuanto tiene y la compra.”
Palabra del Señor.

Comentario

En estas tres parábolas, se repite una misma reacción: sorpresa ante el encuentro de lo inesperado, que lleva a una acción. Ambas cosas nos hacen pensar que el encuentro con el Reino es siempre nuevo y sorpresivo.


lunes, 29 de agosto de 2016

Evangelio     Mc 6, 17-29

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Herodes había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan decía a Herodes: “No te es lícito tener a la mujer de tu hermano”. Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto. Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea. Su hija, también llamada Herodías, salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: “Pídeme lo que quieras y te lo daré”. Y le aseguró bajo juramento: “Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino”. Ella fue a preguntar a su madre: “¿Qué debo pedirle?”. “La cabeza de Juan el Bautista”, respondió ésta. La joven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido: “Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista”. El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla. En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan. El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y Esta se la dio a su madre. Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.
Palabra del Señor.

Comentario


La atracción que parece ejercer Juan sobre Herodes es solo aparente. El rey prefiere someterse a los caprichos de su entorno, antes que dar un paso de valentía y aceptar la verdad que hay en las palabras de Juan. Esta actitud complaciente del monarca hacia su entorno, contrasta con la energía y entereza con que Juan ha asumido su misión profética.

sábado, 27 de agosto de 2016

Evangelio     Mt 25, 14-30

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los Cielos es como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos ganó otros dos; pero el que recibió uno solo hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. 'Señor –le dijo–, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado'. 'Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'. Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: 'Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado'. 'Está bien, servidor bueno y fiel; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'. Llegó luego el que había recibido un solo talento. 'Señor –le dijo–, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!”. Pero el señor le respondió: 'Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes'”.
Palabra del Señor.

Comentario


Dios nos exige ser responsables con nosotros mismos e insiste en que debemos crecer y buscar enfrentar el mundo y sus dificultades con decisión. Nos quiere maduros, decididos, con los pies en la tierra.

viernes, 26 de agosto de 2016

Mayeo 25; 1 – 13

“Escuchen, pues, lo que pasará entonces en el Reino de los Cielos. Diez jóvenes salieron con sus lámparas para salir al encuentro del novio. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco precavidas.
Las descuidadas tomaron sus lámparas como estaban, sin llevar mas aceite consigo. Las precavidas, en cambio, junto con las lámparas, llevaron sus botellas de aceite. Como el novio se demoraba en llegar, se adormecieron todas y al fin se quedaron dormidas.
A media noche se oyó un grito, ¡ya viene el novio salgan a su encuentro! Todas las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. Entonces las descuidadas dijeron a las precavidas: denos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando. Las precavidas dijeron: No habrá bastante para ustedes y para nosotras, vayan mejor a donde lo venden, y compren para ustedes.
Mientras fueron a comprar el aceite llegó el novio, las que estaban listas entraron con él a la fiesta de las bodas, y se cerró la puerta.
Mas tarde llegaron las otras jóvenes y llamaron: Señor, Señor, ábrenos. Pero él respondió: En verdad se lo digo: no las conozco.
Por tanto, estén despiertos, porque no saben el día ni la hora.”
Palabra del Señor.

Comentario

La imagen puede llevarnos a pensar que todos se han confabulado contra estas pobres doncellas que no han sabido prever que el novio llegaría de forma inesperada. La enseñanza está justamente en que es necesario estar atentos, que nadie puede velar por nosotros, que es nuestra responsabilidad esperar al novio, es decir, al Señor. Nosotros mismos debemos dar cuenta de esto.


jueves, 25 de agosto de 2016

Mateo 24; 42 – 51

“Por eso estén prevenidos, porque no saben en que día vendrá su SEÑOR. Fíjense en esto: Si un dueño de su casa supiera a que hora va a asaltarlo el ladrón, seguramente permanecería despierto para impedir el asalto a su casa. Por eso, estén ustedes también preparados, porque le Hijo del Hombre vendrá a la hora que menos lo esperan.
Imagínense un administrador capaz y digno de confianza. Su señor lo ha puesto al frente de su familia, y es él el que le reparte el alimento a su debido tiempo. Afortunado será este servidor si, al venir su señor lo encuentra cumpliendo su deber. En verdad les digo: su señor lo pondrá al cuidado de todo lo que tiene.
No será así con el servidor malo que piensa: mi señor se ha marchado, y empieza a maltratar a sus compañeros y a comer y a beber con borrachos. El patrón de ese servidor vendrá el día que no lo espera y a la hora que menos piensa. Le quietara el puesto y lo mandara donde los hipócritas. Allí será el llorar y rechinar de dientes.”
Palabra del Señor.

Comentario

“La clave interpretativa de este fragmento del Evangelio (...) es el estar despiertos, y en ese estar despiertos unirnos al sueño de Jesús, a identificarnos con su utopía porque Jesús tiene un sueño que no nos puede dejar dormir. El estar despiertos es una invitación a participar de ese sueño de un nuevo cielo y una nueva tierra donde ya no habrá más lágrimas. La llegada del Hijo del Hombre significará el fin de todo sistema excluyente, tanto a nivel económico como cultural y religioso. Es por eso que el Reino es una amenaza para todos aquellos que hoy o ayer ejercen el poder en forma autoritaria y para el beneficio de unos pocos. El Reino significa la entrada de los márgenes de la historia al gran banquete del final de la historia de exclusión” (Pastor L. Orlov,http://www.pastoralsida.com.ar/paginas_internas/desafios_de_la_palabra/a_1adv.htm).



miércoles, 24 de agosto de 2016

Evangelio     Jn 1, 45-51

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Felipe encontró a Natanael y le dijo: “Hemos hallado a aquél de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret”. Natanael le preguntó: “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?”. “Ven y verás”, le dijo Felipe. Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: “Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez”. “¿De dónde me conoces?”, le preguntó Natanael. Jesús le respondió: “Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera”. Natanael le respondió: “Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”. Jesús continuó: “Porque te dije: ‘Te vi debajo de la higuera’, crees. Verás cosas más grandes todavía”. Y agregó: “Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”.
Palabra del Señor.

Comentario


Este Natanael (identificado también como Bartolomé) fue llamado por Felipe, por cuyas breves palabras se dejó convencer: “ven y verás”. Y el hombre fue y vio y, desde ese momento, no se apartó más de Jesús. Ver a Jesús no es un movimiento de la vista de nuestros ojos, sino de nuestro corazón, que se dirige hacia él.

martes, 23 de agosto de 2016

Mateo 23; 23 – 26

¡Ay de ustedes maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes pagan el diezmo hasta sobre la menta, el anís, y el comino, pero no cumplen la Ley en lo que realmente tiene peso: La justicia, la misericordia y la fe. Ahí esta lo que ustedes debían poner por obra, sin descartar lo otro. ¡Guías ciegos! Ustedes cuelan un mosquito, pero se tragan un camello.
¡Ay de ustedes maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes purifican el exterior del plato y la copa, después que la llenan de robo y violencia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera.
Palabra del Señor.
Comentario
“Jesús reprende a los fariseos: “porque teniendo cierta jactancia de afectación inútil, abandonan el ministerio de las cosas más útiles. El uso de la copa es interior, la cual, si está sucia por dentro, de nada aprovechará que esté limpia por fuera. Por lo tanto, de lo primero que debe cuidarse es del brillo de la conciencia interior, porque las cosas que afectan al cuerpo, se limpian exteriormente. Y por esto añade: ‘Fariseo ciego, limpia primero lo interior del vaso’, etc.” (San Hilario, In Matthaeum, 24).


lunes, 22 de agosto de 2016

Lucas 1; 26 – 38

Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por DIOS a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, una joven virgen que estaba comprometida con un hombre llamado José, de la Familia de David. La virgen se llamaba María.
Llegó el Ángel hasta ella y le dijo: Alégrate, llena de gracia, el SEÑOR esta contigo. María quedó muy conmovida al oír las palabras, y se preguntaba que significaba tal saludo.
Pero el ángel le dijo: No temas, María, porque has encontrado el favor de DIOS. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre JESUS. Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El SEÑOR DIOS le dará el trono de su antepasado David, Gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.
María entonces le dijo al ángel: ¿como puede ser eso, si yo soy virgen? Contesto el ángel: El espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño Santo que nacerá de ti será llamado Hijo de DIOS. También tu prima Isabel esta esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en su sexto mes de embarazo. Para DIOS, nada es imposible.
Dijo María: Yo soy la servidora del SEÑOR, hágase en mi como has dicho. Después se alejo el ángel.
Palabra del Señor.

Comentario

“La voluntad divina se encontró con la dócil voluntad humana de María. Para ella, la situación era difícil, arriesgada y peligrosa; sabía que lo que para los hombres es imposible, para Dios es posible; que el Señor aporta plenitud y no minusvalía; que lo que Dios pide, antes lo facilita; y que lo que propone es infinitamente mejor para el hombre”(Mateo Bautista, Comentarios Bíblicos Dominicales Ciclo A, Ed. San Pablo, 2011).


sábado, 20 de agosto de 2016

Mateo 23; 1 – 12

“Los maestros de la ley y los Fariseos han ocupado el puesto que dejo Moisés. Hagan y cumplan todo lo que ellos dicen, pero no los imiten, porque ellos enseñan pero no practican. Preparan pesadas cargas, muy difíciles de llevar, y las echan sobre las espaldas de la gente, pero ellos ni siquiera levantan un dedo para moverlas. Todo lo hacen para ser vistos por los hombres. Miren esas largas citas de la Ley que llevan en la frente y los largos flecos de su manto. Les gusta ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos reservados en las sinagogas. Les agrada que la gente los salude en las plazas y que los llamen maestro.
Lo que es ustedes, no se dejen llamar maestro, porque no tienen mas que un maestro, y todos ustedes son hermanos. No llamen padre a nadie en la tierra, porque ustedes tienen un solo PADRE, el que esta en el Cielo. Tampoco ustedes se dejen llamar guía, porque ustedes no tienen mas guía que CRISTO. El mas grande entre ustedes se hará servidor de todos. Porque el que se pone por encima, será humillado, y el que se rebaja, será puesto en alto.”
Palabra del Señor.

Comentario

Cuando escuchamos algunas palabras que salen de alguien que no es coherente entre lo que dice y hace se desacredita a sí mismo: su discurso, su vida y su autoridad. Es algo lógico, pero también debemos “saltar” la mediocridad y debilidad humanas y estar abiertos al mensaje que, incluso, podría cambiar nuestra propia vida.


viernes, 19 de agosto de 2016

Mateo 22; 34 – 40

Cuando los Fariseos se enteraron que JESUS hizo callar a los saduceos, se juntaron en torno a El. Uno de ellos, era maestro de la ley, Trato de ponerlo a prueba con esta pregunta: Maestro ¿Cuál es el mandamiento mas importante de la ley?
JESUS  le dijo: “Amarás al SEÑOR tu DIOS con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el gran mandamiento, el primero. Pero hay otro muy parecido: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.”
Palabra del Señor.
Comentario
La pregunta es sobre “el mandamiento más importante”, pero Jesús responde con un “doble mandamiento” o dos que se unen. Porque es imposible, desde una coherencia de vida, considerar que se cumple alguno de ellos sin vivir el otro.


jueves, 18 de agosto de 2016

Mateo 22; 1 – 14

JESUS siguió hablándoles por medio de parábolas: “Aprendan algo del Reino de los Cielos. Un rey preparabas las bodas de su hijo, por lo que mando a llamar a los invitados a la fiesta. Pero estos no quisieron venir.
De nuevo envió a otros servidores con orden de decir a los invitados: He preparado un banquete, ya hice matar terneras y otros animales gordos y todo esta a punto. Pero ellos no hicieron caso, sino que se fueron, unos a sus campos y otros s sus negocios. Los demás tomaron a los servidores del rey, los maltrataron y los mataron.
El rey se enojó y envió a sus tropas, que dieron muerte a esos asesinos e incendiaron su cuidad. Después dijo a sus servidores: El banquete de bodas sigue esperando, pero los que han sido invitados no han sido dignos. Vayan, pues, a las esquinas de las calles e inviten a todos los que encuentren.
Los servidores salieron inmediatamente a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos buenos, de modo que la sala se lleno de invitados.
Después entro el rey para conocer a los que estaban sentados a la mesa, y vio a un hombre que no se había puesto traje de fiesta. Le dijo: Amigo, ¿cómo es que has entrado sin traje de bodas? El hombre se quedo callado. Entonces el rey dijo a sus servidores: Atenlo de pies y manos y échenlo a las tinieblas de fuera. Allí se el llorar y rechinar de dientes.
Sepan que muchos son llamados, pero pocos son elegidos.”
Palabra del Señor.

Comentario

Las parábolas son una representación del mensaje del Reino que nos trajo Jesús. En este caso, el rey representa a Dios, que convoca a una fiesta a la cual no todos parecen querer ir. Por el contexto de este relato, la parábola está dirigida a las autoridades religiosas y políticas que se han cerrado a la novedad del mensaje. Pero también para nosotros tiene un sentido: no aceptar la novedad constante del Reino, no reconocer la acción de Jesús más allá de los lugares acostumbrados, es rechazar la invitación a esa fiesta.


miércoles, 17 de agosto de 2016

Mateo 19; 30 / 20; 1 – 16

“Muchos que ahora son primeros serán últimos, y otros que ahora son últimos serán primeros.
Aprendan algo del Reino de los Cielos: Un propietario salió temprano a contratar trabajadores para su viña. Se puso de acuerdo con ellos para pagarles una moneda de plata al día, y los envió a su viña.
Salió de nuevo hacia las nueve de la mañana, al ver a otros que estaban desocupados, les dijo: Vayan ustedes también a mi viña y les pagare lo que sea justo. Y fueron a trabajar.
Salió otra vez al medio día, y luego a las tres de la tarde, e hizo lo mismo. Ya era la última hora del día, la undécima, cuando salió otra vez y vio a otros que estaban allí parados. Les pregunto: ¿Por qué se han quedado todo el día sin hacer nada? Contestaron ellos: Porque nadie nos ha contratado. Y les dijo: Vayan ustedes también a trabajar en mi viña.
Al anochecer, dijo el dueño de la viña a su mayordomo: Llama a los trabajadores y págales su jornal, empezando por los últimos y terminando por los primeros. Vinieron los que habían ido a trabajar a última hora, y cada uno recibió un denario (una moneda de plata). Cuando llegó el turno de los primeros, pensaron que iban a recibir mas, pero también recibieron cada uno un denario. Por eso, mientras se les pagaba, protestaron contra el propietario.
Decían: Estos últimos apenas trabajaron una hora, y los consideras igual que a nosotros, que hemos aguantado el día entero y que hemos soportado lo mas pesado del calor. El dueño contesto a uno de ellos: Amigo, yo no he sido injusto contigo,  ¿no acordamos un denario al día? Toma lo que corresponde y márchate, yo quiero dar al último lo mismo que a ti. ¿no tengo derecho a llevar mis cosas de la menara que quiero? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?”
Así sucederá: Los últimos serán los primeros, y los primeros serán los últimos.”
Palabra del Señor.
Comentario
Estos hombres, que trabajaron desde “la primera hora”, solo se fijaron en la paga y no en el trabajo. Ese es uno de los mensajes de la parábola. No trabajamos en el Reino por una recompensa, sino para que el Reino crezca en este mundo.


martes, 16 de agosto de 2016

Mateo 19; 23 – 30

Entonces JESUS dijo a sus Discípulos: “En verdad les digo, El que es rico entrará muy difícilmente en el Reino de los Cielos. Les aseguro: Es mas fácil pasar a un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de los Cielos.”
Los Discípulos, al escucharlo, se quedaron asombrados. Dijeron: Entonces, ¿Quién puede salvarse? Fijando en ellos su mirada, JESUS les dijo: “Para los hombres es imposible, pero para DIOS todo es posible.”
Entonces Pedro tomó la palabra y dijo: Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte ¿Qué recibiremos? JESUS contesto: “A ustedes que me han seguido, YO les digo: Cuando todo comience nuevamente y el Hijo del Hombre se siente en su trono de gloria, ustedes también se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo el que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o propiedades por causa de mi nombre, recibirá cien veces mas y tendrá por herencia la vida eterna.
Muchos que ahora son primeros serán últimos, y otros que ahora son últimos serán primeros.”
Palabra del Señor.

Comentario

“La riqueza está adueñándose de bienes que han sido dados a todos y utilizándolos tan sólo para mí o para los míos. Es tener el pan a base del dolor del otro, o hasta de su propia vida. Esa riqueza que es el pan con sabor a dolor, amargura, a sufrimiento. En una familia o en una sociedad corrupta es el pan que se le da de comer a los propios hijos” (Francisco, 14/2/2016).


lunes, 15 de agosto de 2016

Lucas 1; 39 – 56

Durante su embarazo, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”. María dijo entonces: “Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡Su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquéllos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre”. María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
Palabra del Señor.

Comentario

Hoy es un día para cantar con María. Ella, pequeña esclava del Señor, reconoció la grandeza de Dios y esto la hizo feliz y libre. Vivió sabiéndose amada por Dios. Así también nosotros, que reconocemos la mirada amorosa de Dios sobre nuestra pequeña vida, hoy nos alegramos, cantamos y hacemos fiesta.


domingo, 14 de agosto de 2016

Lucas 12; 49 – 53

JESUS dijo a sus  Discípulos: “YO he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y como desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y que angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente! ¿Piensan ustedes que he venido a traer paz sobre la tierra? No, les digo que he venido a traer la división. De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres, el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.”
Palabra del Señor.

Comentario

Ante el fuego del amor que trajo Jesús, hay quienes prefieren el hielo del desinterés y la indiferencia hacia el hermano. No nos quedemos en la tibieza. A pesar de los conflictos, sigamos optando apasionadamente por Jesús.

viernes, 12 de agosto de 2016

Mateo 19; 3 – 12

Se le acercaron algunos Fariseos y lo pusieron a prueba con esta pregunta: ¿Esta permitido a un hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?
JESUS respondió: “¿no han leído que el Creador al principio los hizo hombre y mujer, y dijo: El hombre dejara a su padre y a su madre y se unirá con su mujer, y serán los dos una sola carne? De manera  que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que DIOS ha unido, que el hombre no lo separe.”
Los Fariseos le preguntaron: Entonces, ¿Por qué Moisés ordeno que de firme un certificado en el caso de divorciarse? JESUS contesto: “Moisés vio lo terco que eran ustedes, y por eso les permitió despedir a sus mujeres, pero al principio no fue así. YO les digo: El que se divorcie de su mujer, fuera del caso de unión ilegitima, y se casa con otra, comete adulterio.”
Los Discípulos le dijeron: Si esa es la condición del hombre que tiene mujer, es mejor no casarse. JESUS les contesto: “No todos pueden captar lo que acaban de decir, sino aquellos que han recibido este don. Hay hombres que han nacido eunucos. Otros fueron mutilados por los hombres. Hay otros todavía, que se hicieron tales por el Reino de los Cielos. ¡Entienda el que pueda!”
Palabra del Señor.

Comentario

“¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?”. Esta era una pregunta de discusión frecuente entre los maestros de los fariseos, que consideraban la posibilidad unilateral del marido de rechazar a su esposa. Jesús quiere cambiar el enfoque de la pregunta, y llama a mirar el corazón porque es allí donde se juega la opción por el Reino de los Cielos.


jueves, 11 de agosto de 2016

Mateo 18; 21 / 19 – 1

Se acercó Pedro y le pregunto a JESUS: SEÑOR, ¿Cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga?, JESUS  le respondió: “NO te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso el Reino de los Cielos se pare ce a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores. Comenzó la tarea, le presentaron a uno que le debía diez mil talentos. Como no podía pagar, el rey mando que sea vendido, junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda. El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: Dame un plazo y te pagare todo, el rey se compadeció, y lo dejo ir, además, le perdono la deuda. Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta        casi ahogarlo, le dijo: Págame lo que me debes. El otro se arrojó a sus pies y le suplico: Dame un plazo y te pagare la deuda, pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara todo lo que le debía. Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contárselo a su señor. Este lo mando a llamar y le dijo: ¡Miserable!, me suplicaste, y te perdone la deuda, ¿No debías tener tú también compasión de tu  compañero, como yo me compadecí de ti? E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo mismo hará mi PADRE Celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos” Cuando JESUS termino de decir estas palabras, dejo la Galilea y fue al territorio de Judea, mas allá del Jordán.
Palabra del Señor.

Comentario

“La parábola ofrece una profunda enseñanza a cada uno de nosotros. Jesús afirma que la misericordia no es solo el obrar del Padre, sino que ella se convierte en el criterio para saber quiénes son realmente sus verdaderos hijos. Así entonces, estamos llamados a vivir de misericordia, porque a nosotros en primer lugar se nos ha aplicado misericordia. El perdón de las ofensas deviene la expresión más evidente del amor misericordioso y para nosotros cristianos es un imperativo del que no podemos prescindir” (Papa Francisco, Misericordiae Vultus nro. 9).


miércoles, 10 de agosto de 2016

Juan 12; 24 – 26

“En verdad les digo: Si el grano de trigo cae a la tierra y se muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida la destruye, y el que desprecia su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde YO este, allí estará también mi servidor. Y al que me sirve, el PADRE le dará un puesto de honor.”
Palabra del Señor.

Comentario

¡Cuántos creyentes que, siguiendo a Jesús como el diácono san Lorenzo, han dado su vida de manera fructuosa! Su generosidad se multiplicó y creció en frutos buenos para toda la Iglesia. Su entrega, tantas veces silenciosa como el grano escondido en la tierra, se ha multiplicado abundantemente.


martes, 9 de agosto de 2016

Mateo 18; 1 – 5 / 10 / 12 – 14

En aquel momento los Discípulos se acercaron a JESUS y le preguntaron: ¿Quién es el mas grande en el Reino de los Cielos?
JESUS llamó a un niñito, lo colocó en medio de los Discípulos y declaro; “En verdad les digo: si no cambian y no llegan a ser como niños, nunca entenderán el Reino de los Cielos. El que se haga pequeño como este niño, ése será el mas grande en el Reino de los Cielos. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a MI.
Cuídense y no desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues YO se los digo: Los ángeles en el cielo contemplan si cesar la cara de mi PADRE del Cielo.
¿Qué pasará según ustedes si un hombre tiene cien ovejas y una se le extravía? ¿no dejará
a las noventa y nueve en el cerro para ir en busca de la extraviada?, y si logra encontrarla, YO les digo que esta le dará mas alegría que las noventa y nueve que no se extraviaron. Pasa lo mismo donde el PADRE de ustedes, el PADRE del cielo,  allá no se quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños.”
Palabra del Señor.

Comentario

Nos hacemos niños cuando dejamos que Dios ejerza todo su poderoso amor sobre nosotros. Como los niños pequeños, que no pueden valerse por sí mismos, así es la actitud de la infancia espiritual: esperar todo de Dios. Esto no es dejar de comprometernos con el Reino de los Cielos, sino confiar en que Dios obrará en nosotros y no dejará que nos perdamos.


lunes, 8 de agosto de 2016

Mateo 17; 22 – 27

Un día, estando JESUS en Galilea con los Apóstoles le dijo: “el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán, pero resucitara al tercer día.” Ellos se pusieron muy tristes.
Al volver a Cafarnaum, se acercaron a Pedro los que cobraban el impuesto para el Templo. Le preguntaron: El maestro de ustedes ¿no paga el impuesto? Pedro respondió: Claro que si. Y se fue a casa.
Cuando entraba, se anticipo JESUS y le dijo: “Dame tu parecer Simón ¿Quiénes son los que pagan impuestos y tributos a los reyes de la tierra: sus hijos o los que no son de su familia?”
Pedro contesto: los que no son de la familia y JESUS le dijo: “Entonces los hijos no pagan, sin embargo para no escandalizar a esta gente, vete a la playa y echa el anzuelo. Al primer pez que pesques ábrele la boca, y hallarás en ella una moneda de plata. Tómala y paga por mi y por ti.”
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús es libre frente a las instituciones, incluso una tan sagrada como el Templo de Jerusalén. Él sabe que en la relación padre-hijo no cuenta el trato comercial. Sin embargo, aun reconociendo que él no debe nada al Padre Dios, y, como hijo, prefiere pagar el impuesto. Probablemente su interés no era provocar un escándalo con su transgresión, sino que sus contemporáneos descubrieran el verdadero sentido del Templo y del culto.

sábado, 6 de agosto de 2016

Lucas 9; 28 – 36

JESUS tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan y subió a un cerro a orar. Y mientras estaban orando, su rostro cambio de aspecto y su ropa de volvió de un blanco fulgurante. Dos hombres, que eran Moisés y Elías, conversaban con El. Se veían en un estado de gloria y hablaban de su partida, que debía cumplirse en Jerusalén.
Un sueño pesado se había apoderado de Pedro y sus compañeros, pero se despertaron de repente y vieron la gloria de JESUS       y de los hombres que estaban con El. Como estos estaban por irse, Pedro le dijo a JESUS: Maestro, ¡que bueno que estemos aquí! Levantemos tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Pero no sabía lo que decía.
Estaba todavía hablando, cuando se formó una nube que los cubrió con su sombra, y al quedar envueltos en la nube se atemorizaron. Perro de la nube llegó una voz que decía: “Este es mi Hijo, mi elegido; escúchenlo” después de oírse estas palabras, JESUS estaba allí solo.
Los Discípulos guardaron silencio por aquellos días, y no contaron nada a nadie de lo que habían visto.
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús se muestra con una blancura deslumbrante. El blanco es el color que representa la máxima luz, y es el color que todas las culturas asocian a la divinidad y a lo sagrado. En medio de la opacidad que hay mientras se transita por esta tierra, y habiendo anunciado que tendrá que sufrir en Jerusalén, Jesús anticipa la luz suprema, que es el término de su camino. Con el blanco de la divinidad, de la luz, de la eternidad, Jesús se encamina a su Pascua.


viernes, 5 de agosto de 2016

Mateo 16; 24 – 28

Entonces JESUS dijo a sus Discípulos: “El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera asegurar su vida la perderá, pero el que sacrifique su vida por causa mía, la hallará. ¿De que le servirá a uno ganar el mundo entero si se destruye a si mismo? ¿Qué dará para rescatarse a si mismo?
Sepan que el Hijo del Hombre vendrá con la Gloria de su PADRE, rodeado de ángeles, entonces recompensara a cada uno según su conducta.
En verdad les digo: Algunos de los que están aquí presente no morirán sin ante haber visto al Hijo del Hombre viniendo como rey”
Palabra del Señor.

Comentario

La vida sólo se gana perdiéndola, sobre todo en la entrega, en el servicio y en el caminar. Por el contrario, querer conservarla egoístamente solo la arruina, y nada se gana con eso. Como dice la canción del Padre Julián Zini: “Qué triste debe ser llegar a viejo / con el alma y las manos sin gastar. / Qué triste integridad la del pellejo / que nunca se jugó por los demás”.


jueves, 4 de agosto de 2016

Mateo 16; 13 - 23

JESUS fue a la Región de Cesarea de Filipo. Estando allí, pregunto a sus Discípulos: “Según el parecer de la gente, ¿Quién es el Hijo del Hombre?” Respondieron: Unos dicen que eres Juan el Bautista, otros que eres Elías o Jeremías, o alguno de los profetas.
JESUS pregunto: “Y ustedes, ¿Quién dicen que soy?” Pedro contesto: Tu eres el Mesías, el Hijo de DIOS vivo. JESUS le replicó: “Feliz eres, Simón Barjoná, porque esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi PADRE que esta en los Cielos.
Y ahora YO te digo: Tu eres Pedro (o sea la piedra), y sobre esta piedra edificare mi iglesia, los poderes de la muerte jamás la podrán vencer, YO te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra quedara atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.”
Entonces ordeno JESUS a sus Discípulos que no dijeran a nadie que era el Mesías.
A partir de ese día, JESUCRIDSTO comenzó a manifestar a sus Discípulos que debía ir a Jerusalén y que las autoridades Judías, los sumos sacerdotes y los maestros de la ley lo iban a hacer sufrir mucho, que inclusive iban a ejecutarlo y que resucitaría al tercer día.
Pedro lo llevó aparte y se puso a reprenderlo: ¡DIOS no lo permitirá, SEÑOR! Nunca te sucederán tales cosas. Pero  JESUS se volvió y le dijo: “¡retírate y ponte detrás de mi satanás! Quieres hacerme tropezar. Tus ambiciones no son las de DIOS, sino la de los hombres.”
Palabra del Señor.

Comentario

Caminando con Jesús, la comunidad se ve interpelada para responder al cuestionamiento vital que él hace: “¿Quién soy yo?”. Quienes pueden responder a esta pregunta son las personas que forman la Iglesia, la congregación de aquellos que fueron llamados a caminar con el Maestro. Como miembros de esta gran familia, repitamos con convicción: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.


miércoles, 3 de agosto de 2016

Mateo 15; 21 – 28

JESUS marcho de ahí y se fue en dirección de las tierras de Tiró y Sidón. Una mujer Cananea, que llegaba de ese territorio, empezó a gritar: ¡SEÑOR, Hijo de David, ten compasión de mi¡ mi hija esta atormentada por un demonio. Pero JESUS no le contesto ni una palabra. Entonces sus Discípulos se acercaron y le dijeron: Atiéndela, mira como grita detrás de nosotros.
JESUS contesto: “No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de Israel.”
Pero la mujer se acercó a JESUS y, puesta de rodillas, le decía: ¡SEÑOR, ayúdame!  JESUS le dijo: “No se debe echar a los perros el pan de los hijos” La mujer contesto: Es verdad, SEÑOR, pero también los perritos comen las migajas que caen de las mesas de sus amos. Entonces JESUS le dijo: “Mujer, ¡que grande es tu fe! Que se cumpla tu deseo” y en aquel momento quedo sana su hija.
Palabra del Señor.

Comentario

Esa mujer extranjera sabía lo que quería y a quién recurrir. Su deseo estuvo bien encaminado, y así consiguió la salud para su hija. Esa mujer anónima nos alienta a saltar todas las barreras para llegar hasta Jesús y presentarle lo que anhelamos de corazón.


martes, 2 de agosto de 2016

Mateo 14; 22 – 36

Inmediatamente después JESUS obligó a sus Discípulos a embarcarse; debían llegar antes que El a la otra orilla, mientras El despedía a la gente, JESUS pues despidió a la gente, y luego subió  al cerro a orar a solas. Cayó la noche y El seguía allí solo.
La barca en tanto estaba ya muy lejos de tierra y las olas la golpeaban duramente, pues soplaba el viento en contra. Antes del amanecer, JESUS vino hacia ellos caminando sobre el mar. Al verlo caminando sobre el mar, se asustaron y exclamaron: ¡Es un fantasma! Y por el miedo se pusieron a gritar.
En seguida JESUS dijo: “Ánimo, no teman, soy YO” Pedro contesto: SEÑOR, si eres tu, manda que yo vaya a ti caminado sobre el agua. JESUS le dijo: “Ven” Pedro bajo de la barca y comenzó a caminar sobre las aguas en dirección a JESUS. Pero el viento seguía muy fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces grito: ¡SEÑOR, sálvame! Al instante JESUS extendió la mano y lo agarro, diciendo: “hombre de poca fe, porque has vacilado” Subieron a la barca y ceso el viento, y los que estaban en la barca se postraron ante El, diciendo: ¡Verdaderamente Tú eres el Hijo de DIOS!
Terminada la travesía, desembarcaron en Genesaret. Los hombres de aquel lugar  reconocieron a JESUS y comunicaron la noticia por toda la región, así que le trajeron todos los enfermos. Le rogaban que le dejara tocar al menos el fleco de su manto, y todos los que lo tocaban quedaban totalmente sanos.
Palabra del Señor.

Comentario

Todo el evangelio de este día es una exhortación para confiar en la mano de Dios que nos sostiene. Aunque sintamos que nos hundimos y nos veamos rodeados de fantasmas, el Hijo de Dios está a nuestro lado. Su acción y su palabra nos mueven para reconocerlo. Repitamos entonces con los discípulos: “Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios”.