viernes, 31 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 25, 1-13


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes. Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos. Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas. Pero a medianoche se oyó un grito: “Ya viene el esposo, salgan a su encuentro”. Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. Las necias dijeron a las prudentes: “¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?”. Pero éstas les respondieron: “No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado”. Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta. Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: “Señor, señor, ábrenos”, pero él respondió: “Les aseguro que no las conozco”. Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora.
Palabra del Señor.

Comentario


Todos sabemos lo que es prepararse para una fiesta de casamiento. Y cuánto más si nos han distinguido para alguna función especial en esa fiesta. No se menosprecia a nadie ni se improvisa a último momento para una ocasión así. Lo mismo ocurre con el Reino de los Cielos. La invitación ya la hemos recibido. ¡No nos quedemos dormidos!

jueves, 30 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 13, 44-46


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a la multitud: “El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas y, al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró”.
Palabra del Señor.

Comentario


Santa Rosa de Lima y muchos hombres y mujeres de fe supieron orientar toda su vida hacia el Reino de Dios. Este tesoro hizo que subordinaran otros bienes o riquezas para vivir lo esencial. Así su vida se llenó con el  gozo de saberse poseedores del tesoro más grande, el que nadie les podría quitar.

miércoles, 29 de agosto de 2018

Jer 1, 17-19


Lectura del libro del profeta Jeremías.
La palabra del Señor llegó a mí en estos términos: “Cíñete la cintura, levántate y diles todo lo que yo te ordene. No te dejes intimidar por ellos, no sea que te intimide yo delante de ellos. Mira que hoy hago de ti una plaza fuerte, una columna de hierro, una muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes de Judá y a sus jefes, a sus sacerdotes y al pueblo del país. Ellos combatirán contra ti, pero no te derrotarán, porque yo estoy contigo para librarte –oráculo del Señor–”.
Palabra de Dios.

Comentario


El profeta recibe una advertencia sobre la oposición que le llegará desde todos los niveles de la sociedad: dirigentes políticos, jefes religiosos y el pueblo. Muchos oídos no querrán escuchar la verdad. El profeta sólo podrá hallar fortaleza sosteniéndose sólidamente en Dios.

martes, 28 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 23, 23-26


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús habló diciendo: ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello! ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y desenfreno! ¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera.
Palabra del Señor.

Comentario

Esta parte de la denuncia de Jesús plantea la oposición afuera-adentro. Se pueden hacer muchos ritos externos, e incluso buenas acciones como colaborar con el diezmo, pero, si el corazón está corrupto, todo queda desvirtuado. Es en el corazón donde debe haber lugar para la justicia, la misericordia y la fe. De allí brotan las obras buenas hechas con recta intención.

lunes, 27 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 23, 13-22


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús habló diciendo: ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno del infierno que ustedes! ¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: “Si se jura por el santuario, el juramento no vale; pero si se jura por el oro del santuario, entonces sí que vale”! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro o el santuario que hace sagrado el oro? Ustedes dicen también: “Si se jura por el altar, el juramento no vale, pero vale si se jura por la ofrenda que está sobre el altar”. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace sagrada esa ofrenda? Ahora bien, jurar por el altar, es jurar por él y por todo lo que está sobre él. Jurar por el santuario, es jurar por él y por Aquel que lo habita. Jurar por el cielo, es jurar por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él.
Palabra del Señor.

Comentario


En este párrafo, se repite varias veces la palabra “ciegos”. Jesús denuncia a quienes se supone que tendrían que ver más claramente sobre las cosas de Dios, pero están obnubilados por su error. Al denunciar a estos jefes religiosos, está señalándonos también a nosotros el cuidado que debemos tener. Abramos los ojos y actuemos con discernimiento, para no dejarnos engañar por cualquiera que quiera presentarse como guía o maestro y, en realidad, es un farsante.

domingo, 26 de agosto de 2018

Evangelio     Jn 6, 60-69


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Después de escuchar la enseñanza de Jesús, muchos de sus discípulos decían: “¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?”. Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: “¿Esto los escandaliza? ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes? El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen”. En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quienes eran los que no creían y quien era el que lo iba a entregar. Y agregó: “Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede”. Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: “¿También ustedes quieren irse?”. Simón Pedro le respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios”.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús eligió a los suyos. Y a su vez, ellos deben hacer una opción. Pedro, en nombre de todos, responde desde la experiencia vivida: no hay otro Maestro como este. Los textos de la misa de hoy nos llevan a repasar nuestra propia experiencia de Dios, considerando todo lo que su gracia ha obrado en nuestra vida. Es una ocasión para volver a elegir estar con él.

sábado, 25 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 23, 1-12


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos: Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan pesadas cargas, difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo. Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar “mi maestro” por la gente. En cuanto a ustedes, no se hagan llamar “maestro”, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen “padre”, porque no tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco “doctores”, porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías. El mayor entre ustedes será el que los sirve, porque el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado.
Palabra del Señor.

Comentario


La autoridad no siempre es garantía de verdad. Es fundamental discernir y actuar de manera madura ante quien se presenta como maestro o salvador, sea de una comunidad o de una nación entera.

viernes, 24 de agosto de 2018

Evangelio     Jn 1, 45-51


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Felipe encontró a Natanael y le dijo: “Hemos hallado a Aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret”. Natanael le preguntó: “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?”. “Ven y verás”, le dijo Felipe. Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: “Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez”. “¿De dónde me conoces?”, le preguntó Natanael. Jesús le respondió: “Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera”. Natanael le respondió: “Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”. Jesús continuó: “Porque te dije: ‘Te vi debajo de la higuera’, crees. Verás cosas más grandes todavía”. Y agregó: “Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”.
Palabra del Señor.

Comentario

El relato nos presenta un diálogo de mutuo reconocimiento. Jesús caracteriza a Natanael como un “verdadero israelita”, uno que vive la alianza con Dios y confía en sus promesas. Esta declaración lleva a que Natanael, a su vez, pueda reconocer a Jesús con tres títulos: Maestro, Hijo de Dios y Rey de Israel. Este verdadero israelita percibe que sus expectativas se están cumpliendo: se encuentra ante el enviado de Dios.

jueves, 23 de agosto de 2018

Ez 36, 23-28


Lectura de la profecía de Ezequiel.
Así habla el Señor: Yo santificaré mi gran Nombre, profanado entre las naciones, profanado por ustedes. Y las naciones sabrán que yo soy el Señor –oráculo del Señor– cuando manifieste mi santidad a la vista de ellas, por medio de ustedes. Yo los tomaré de entre las naciones, los reuniré de entre todos los países y los llevaré a su propio suelo. Los rociaré con agua pura, y ustedes quedarán purificados. Los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus ídolos. Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en ustedes y haré que sigan mis preceptos, y que observen y practiquen mis leyes. Ustedes habitarán en la tierra que yo he dado a sus padres. Ustedes serán mi Pueblo y yo seré su Dios.
Palabra de Dios.

Comentario


Cuando ya Jerusalén había sido destruida y la población deportada, Dios anuncia la restauración. Él convoca a los deportados con una imagen que nos habla de la unidad que restablece los vínculos entre todos los miembros del pueblo. Y promete su espíritu, el único que puede transformar la dureza del corazón.

miércoles, 22 de agosto de 2018

Evangelio     Lc 1, 26-38


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: “¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!”. Al oír estas palabras, ella quedó des­concertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el ángel le dijo: “No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y se le llamará Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. María dijo al ángel: “¿Cómo puede ser eso, si yo no convivo con ningún hombre?”. El ángel le respondió: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altí­simo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será santo y se le llamará Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios”. María dijo entonces: “Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho”. Y el ángel se alejó.
Palabra del Señor.

Comentario

“La voluntad divina se encontró con la dócil voluntad humana de María. Para ella, la situación era difícil, arriesgada y peligrosa; sabía que lo que para los hombres es imposible, para Dios es posible; que el Señor aporta plenitud y no minusvalía; que lo que Dios pide, antes lo facilita; y que lo que propone es infinitamente mejor para el hombre” (Mateo Bautista, Comentarios Bíblicos Dominicales, Ciclo A, Ed. San Pablo, 2011).

martes, 21 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 19, 23-30


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que difícilmente un rico entrará en el Reino de los Cielos. Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Los discípulos quedaron muy sorprendidos al oír esto y dijeron: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?”. Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: “Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible”. Pedro, tomando la palabra, dijo: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?”. Jesús les respondió: “Les aseguro que en la regeneración del mundo, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, que me han seguido, también se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y el que a causa de mi Nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre, hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros”.
Palabra del Señor.

Comentario


Cuando seguimos a Jesús, nuestra riqueza se multiplica. Aunque parezca una paradoja, cualquier renuncia se ve colmada en la bendición que el Señor nos regala. Ya en esta tierra, la fecundidad de la comunidad cristiana nos da hermanos y hermanas, casas donde compartimos lo cotidiano y el gozo de estar viviendo el Reino.

lunes, 20 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 19, 16-22


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Se acercó un hombre a Jesús y le preguntó: “Maestro, ¿qué obras buenas debo hacer para conseguir la Vida eterna?”. Jesús le dijo: “¿Cómo me preguntas acerca de lo que es bueno? Uno solo es el Bueno. Si quieres entrar en la Vida eterna, cumple los Mandamientos”. “¿Cuáles?”, preguntó el hombre. Jesús le respondió: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honrarás a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El joven dijo: “Todo esto lo he cumplido: ¿qué me queda por hacer?”. “Si quieres ser perfecto, le dijo Jesús, ve, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres: así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme”. Al oír estas palabras, el joven se retiró entristecido, porque poseía muchos bienes.
Palabra del Señor.

Comentario


Este joven tenía inquietudes y no se conformaba simplemente con cumplir, sino que buscaba vida en abundancia. La respuesta de Jesús lo desconcertó: para conseguir la Vida no hay que hacer más cosas, sino seguir a Jesús estando libre de todo lastre. De esta libertad, nace la alegría de los discípulos.

domingo, 19 de agosto de 2018

Evangelio     Jn 6, 51-59


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Jesús dijo a los judíos: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”. Los judíos discutían entre sí, diciendo: “¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?”. Jesús les respondió: “Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente”. Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaúm.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús no nos da cualquier alimento, se nos da él mismo. Él quiere ser nuestro nutriente y nuestro sustento. Alimentándonos de su cuerpo y sangre, nuestra existencia queda transformada y revitalizada. Nutrirnos de él es la sabrosa experiencia que gustamos como anticipo de la Vida Eterna.

sábado, 18 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 19, 13-15


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Trajeron a unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orara sobre ellos. Los discípulos los reprendieron, pero Jesús les dijo: “Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos”. Y después de haberles impuesto las manos, se fue de allí.
Palabra del Señor.

Comentario


¿Por qué los discípulos querrían impedir que los niños se acercaran a Jesús? ¿Tal vez por considerar que no podrían entender las enseñanzas del Maestro? Para las sociedades antiguas, un niño no era sujeto de derecho y estaba excluido de muchos de los ámbitos sociales considerados importantes. Hacerse como niño por el Reino es estar en el lugar de los últimos y, desde esa pequeñez, participar de la grandeza del Reino.

viernes, 17 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 19, 3-12


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Se acercaron a Jesús algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le dijeron: “¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?”. Él respondió: “¿No han leído ustedes que el Creador, desde el principio, ‘los hizo varón y mujer’; y que dijo: ‘Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos no serán sino una sola carne’? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido”. Le replicaron: “Entonces, ¿por qué Moisés prescribió entregar una declaración de divorcio cuando uno se separa?”. Él les dijo: “Moisés les permitió divorciarse de su mujer, debido a la dureza del corazón de ustedes, pero al principio no era así. Por lo tanto, yo les digo: El que se divorcia de su mujer, a no ser en caso de unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio”. Sus discípulos le dijeron: “Si esta es la situación del hombre con respecto a su mujer, no conviene casarse”. Y él les respondió: “No todos entienden este lenguaje, sino solo aquellos a quienes se les ha concedido. En efecto, algunos no se casan, porque nacieron impotentes del seno de su madre; otros, porque fueron castrados por los hombres; y hay otros que decidieron no casarse a causa del Reino de los Cielos. ¡El que pueda entender, que entienda!”.
Palabra del Señor.

Comentario

Los fariseos del tiempo de Jesús admitían que el marido podía repudiar a la mujer en ciertos casos y dar por terminado el matrimonio. Este era entonces un derecho exclusivo del varón. El modo en que presentaron el problema estaba establecido en fórmulas y actas legales que ponen el acento en los papeles más que en las personas. Jesús confirma el proyecto de Dios, que es igual para varones y mujeres. Dios nos creó a ambos para el amor.

jueves, 16 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 18, 21—19,1


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Se acercó Pedro y le preguntó a Jesús: “Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?”. Jesús le respondió: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores. Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos. Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda. El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: ‘Dame un plazo y te pagaré todo’”. El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: “Págame lo que me debes”. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: “Dame un plazo y te pagaré la deuda”. Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. Este lo mandó llamar y le dijo: “¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?”. E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos. Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, dejó la Galilea y fue al territorio de Judea, más allá del Jordán.
Palabra del Señor.

Comentario


Muchas veces es difícil perdonar. Por eso, la parábola nos hace volver la mirada hacia la misericordia de Dios. Él, que es pura santidad, perdona infinitamente, y nos da la oportunidad de volver a empezar. Al abandonarnos en su gracia, seremos capaces entonces de perdonar las ofensas que nos haga el prójimo.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Apoc 11, 19a; 12, 1-6a. 10ab


Lectura del libro del Apocalipsis.
Se abrió el Templo de Dios que está en el cielo y quedó a la vista el Arca de la Alianza. Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. Estaba embarazada y gritaba de dolor porque iba a dar a luz. Y apareció en el cielo otro signo: un enorme Dragón rojo como el fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y en cada cabeza tenía una diadema. Su cola arrastraba una tercera parte de las estrellas del cielo, y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se puso delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera. La Mujer tuvo un hijo varón que debía regir a todas las naciones con un cetro de hierro. Pero el hijo fue elevado hasta Dios y hasta su trono, y la Mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un refugio. Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: “Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías”.
Palabra de Dios.

Comentario


El vidente del Apocalipsis nos invita a que nosotros también veamos a esta mujer, que se nos presenta grande y celestial y que ha inspirado a tantos artistas para plasmar una imagen de nuestra Madre. Ella, en la plenitud de su humanidad, nos muestra el final de nuestro camino: la casa del Padre.

martes, 14 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 18, 1-5. 10. 12-14


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: “¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?”. Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: “Les aseguro que si ustedes no cambian y no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre me recibe a mí mismo. Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial. ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños”.
Palabra del Señor.

Comentario


Los niños son un símbolo de toda la fragilidad humana, de la dependencia absoluta y de la necesidad de asistencia. Jesús nos alerta de no despreciar a quienes viven en situaciones de vulnerabilidad y fragilidad. Al contrario, debemos acogerlos, recibirlos, bendecirlos, y sostenerlos. Eso debe hacer una comunidad cristiana.

lunes, 13 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 17, 22-27


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús dijo a sus discípulos: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: lo matarán y al tercer día resucitará”. Y ellos quedaron muy apenados. Al llegar a Cafarnaúm, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: “¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?”. “Sí, lo paga”, respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: “¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?”. Y como Pedro respondió: “De los extraños”, Jesús le dijo: “Eso quiere decir que los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti”.
Palabra del Señor.

Comentario


El incidente de la cobranza de este impuesto fue utilizado como marco para encuadrar un dicho de Jesús, en el que él se manifiesta como Hijo de Dios, por encima de todas las personas, y proclama la realeza suprema de Dios.

domingo, 12 de agosto de 2018

Evangelio     Jn 6, 41-51


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Los judíos murmuraban de Jesús, porque había dicho: “Yo soy el pan bajado del cielo”. Y decían: “¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: ‘Yo he bajado del cielo?’”. Jesús tomó la palabra y les dijo: “No murmuren entre ustedes. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas: ‘Todos serán instruidos por Dios’. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí. Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”.
Palabra del Señor.

Comentario


“Esto es lo que quiero decir en mi segundo pensamiento. No yo, sino Cristo, cuando hoy en el evangelio nos habla de un principio de vida que se encarna. Cuando él dice: ‘Nadie ha visto al Padre sino el que viene de Dios’, es él. Y cuando dice, comparando con la comida que conocían los judíos: el maná: ‘Los que comían el maná, volvían a morir, pero el que come el pan que yo daré, vivirá para siempre, no podrá morir’: ¿Cuál es ese pan? ‘El pan que yo daré, mi carne, para la vida del mundo’. La gran revelación: la carne, el Dios que se ha encarnado” (Beato O. Romero, 12/8/1979).

sábado, 11 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 17, 14-20


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Un hombre se acercó a Jesús y, cayendo de rodillas, le dijo: “Señor, ten piedad de mi hijo, que es epiléptico y está muy mal: frecuentemente cae en el fuego y también en el agua. Yo lo llevé a tus discípulos, pero no lo pudieron sanar”. Jesús respondió: “¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo aquí”. Jesús increpó al demonio, y este salió del niño, que desde aquel momento, quedó sano. Los discípulos se acercaron entonces a Jesús y le preguntaron en privado: “¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?”. “Porque ustedes tienen poca fe, les dijo. Les aseguro que si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, dirían a esta montaña: ‘Trasládate de aquí a allá’, y la montaña se trasladaría; y nada sería imposible para ustedes”.
Palabra del Señor.

Comentario


Clarísimo: Jesús se enojó con sus discípulos. No hay que disfrazar el texto ni disimular reacciones. Jesús se enojó, y punto. La humanidad de Jesús, a veces, se expresa con la ternura; otras veces, con la compasión; y otras, con reacciones como esta, que nos muestran la dimensión plena del misterio de la encarnación.

viernes, 10 de agosto de 2018


Juan 12; 24 – 26

JESUS dijo a sus Discípulos: “Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida la perderá, y el que entrega su vida en este mundo, la conservara parea la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde YO esté, estará también mi servidor, el que quiera servirme será honrado por mi PADRE.”
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús aplica este ejemplo a su propia vida: él es grano, y su vida dará fruto luego de su muerte. Se trata de un ejemplo que también debe darse en nosotros mediante la donación de nuestra vida, sabiendo que lo que entregamos se multiplicará.

jueves, 9 de agosto de 2018

Lectura         Jer 31, 31-34


Lectura del libro de Jeremías.
Llegarán los días –oráculo del Señor– en que estableceré una nueva Alianza con la casa de Israel y la casa de Judá. No será como la Alianza que establecí con sus padres el día en que los tomé de la mano para hacerlos salir del país de Egipto, mi Alianza que ellos rompieron, aunque yo era su dueño–oráculo del Señor–. Esta es la Alianza que estableceré con la casa de Israel, después de aquellos días –oráculo del Señor–: pondré mi Ley dentro de ellos, y la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo. Y ya no tendrán que enseñarse mutuamente, diciéndose el uno al otro: “Conozcan al Señor”. Porque todos me conocerán, del más pequeño al más grande –oráculo del Señor–. Porque yo habré perdonado su iniquidad y no me acordaré más de su pecado.
Palabra de Dios.

Comentario


La alianza con Dios no se muestra  en el exterior, sino que se lleva en el corazón, porque se hace desde el corazón. Y si se muestra, lo hace como expresión natural de quien vive lo que es, sin forzar ni aparentar.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 15, 21-28


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús partió de allí y se retiró al país de Tiro y de Sidón. Entonces una mujer cananea, que procedía de esa región, comenzó a gritar: “¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí! Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio”. Pero él no le respondió nada. Sus discípulos se acercaron y le pidieron: “Señor, atiéndela, porque nos persigue con sus gritos”. Jesús respondió: “Yo he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel”. Pero la mujer fue a postrarse ante él y le dijo: “¡Señor, socórreme!”. Jesús le dijo: “No está bien tomar el pan de los hijos, para tirárselo a los cachorros”. Ella respondió: “¡Y sin embargo, Señor, los cachorros comen las migas que caen de la mesa de sus dueños!”. Entonces Jesús le dijo: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!”. Y en ese momento su hija quedó sana.
Palabra del Señor.

Comentario


Una región apartada, lejana a Jerusalén; una mujer de otro pueblo, no judía. Un clima diferente para Jesús, y un grito, un clamor desesperado por la vida. ¿De qué podría sorprenderse Jesús? ¿Acaso esperaba otra cosa al pasar por una región no judía? ¿Podía pretender pasar inadvertido entre los que supuestamente no acudían al Dios de Israel? Esta mujer, desde su condición de “lejana”, expresó el clamor de muchos otros que, sin ser “del grupo esperable”, irrumpió y rompió los límites. Porque Jesús mismo ya los rompió al entrar en ese pueblo, porque sabía que él no era de un grupo o de dos o de tres, sino de todos. Los dos, Jesús y la mujer, se encontraron en los márgenes. Quizás entonces ese lugar siga siendo el lugar de la Gracia.

martes, 7 de agosto de 2018

Evangelio     Mt 14, 22-36


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Después de la multiplicación de los panes, Jesús obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que él a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo. La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. “Es un fantasma”, dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar. Pero Jesús les dijo: “Tranquilícense, soy yo; no teman”. Entonces Pedro le respondió: “Señor, si eres tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua”. “Ven”, le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a él. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: “Señor, sálvame”. En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?”. En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: “Verdaderamente, tú eres el Hijo de Dios”. Al llegar a la otra orilla, fueron a Genesaret. Cuando la gente del lugar lo reconoció, difundió la noticia por los alrededores, y le llevaban a todos los enfermos, rogándole que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y todos los que lo tocaron quedaron sanados.
Palabra del Señor.

Comentario

En la tradición bíblica, el mar (o las aguas profundas y misteriosas) es un símbolo de aquello que es tenebroso, misterioso y oculto. Pedro pide caminar sobre esta amenaza, pero siente su debilidad. Es frágil. Por eso reconoce que, para no sucumbir al mal, deberá tomarse de la mano del Señor. Solo así no caerá.