domingo, 31 de marzo de 2019

  Jos 4, 19; 5, 10-12


Lectura del libro de Josué.
Después de atravesar el Jordán, los israelitas entraron en la tierra prometida el día diez del primer mes, y acamparon en Guilgal. El catorce de ese mes, por la tarde, celebraron la Pascua en la llanura de Jericó. Al día siguiente de la Pascua, comieron de los productos del país -pan sin levadura y granos tostados- ese mismo día. El maná dejó de caer al día siguiente, cuando comieron los productos del país. Ya no hubo más maná para los israelitas, y aquel año comieron los frutos de la tierra de Canaán.
Palabra de Dios.

Comentario


El maná caía ante el pueblo, como un don, cuando el pueblo no podía trabajar, ni sembrar, ni cosechar. El maná era la comida de la transición, porque el proyecto era que el pueblo comiera del fruto de su trabajo. Una vez que esto ocurrió, ya no se necesitó más el regalo. Por eso esta primera comida está asociada a la fiesta, a la Pascua, a la liberación. Hay fiesta cuando todo el pueblo come del fruto de su trabajo.

sábado, 30 de marzo de 2019

Evangelio     Lc 18, 9-14


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Refiriéndose a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, Jesús dijo esta parábola: Dos hombres subieron al Templo para orar; uno era fariseo y el otro, publicano. El fariseo, de pie, oraba así: “Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos y adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago la décima parte de todas mis entradas”. En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se animaba siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador!”. Les aseguro que este último volvió a su casa justificado, pero no el primero. Porque todo el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado.
Palabra del Señor.

Comentario

“Estaba lejos y, sin embargo, se acercaba a Dios, y el Señor lo atendía de cerca. El Señor está muy alto y, sin embargo, mira a los humildes (Sal 137, 6). Y no levantaba sus ojos al cielo y no miraba para que se lo mirase. Su conciencia lo abatía; pero su esperanza lo elevaba. Hería su pecho y se castigaba a sí mismo. Por tanto, el Señor le perdonaba, porque se confesaba. Han escuchado al acusador soberbio y al reo humilde, escuchen ahora al Juez que dice: ‘Les digo que este y no aquel, descendió justificado a su casa’” (San Agustín, De Verbum Domini, Sermón 36).

viernes, 29 de marzo de 2019

Evangelio     Mc 12, 28b-34


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: “¿Cuál es el primero de los mandamientos?”. Jesús respondió: “El primero es: ‘Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas’. El segundo es: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No hay otro mandamiento más grande que estos”. El escriba le dijo: “Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que él, y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios”. Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: “Tú no estás lejos del Reino de Dios”. Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.

Comentario


Es curioso. El hombre pregunta por “el mandamiento más importante” (es decir, uno) y Jesús le responde con dos mandamientos. Es que a Jesús no le basta con que digamos que amamos a Dios. El amor a Dios tiene que expresarse, necesariamente, en el amor al hermano.

jueves, 28 de marzo de 2019

  Jer 7, 23-28


Lectura del libro de Jeremías.
Así habla el Señor: Esta fue la orden que les di a sus padres el día que los hice salir de Egipto: “Escuchen mi voz, así yo seré su Dios y ustedes serán mi Pueblo; sigan por el camino que yo les ordeno, a fin de que les vaya bien”. Pero ellos no escucharon ni inclinaron sus oídos, sino que obraron según sus designios, según los impulsos de su corazón obstinado y perverso; se volvieron hacia atrás; no hacia adelante. Desde el día en que sus padres salieron de Egipto hasta el día de hoy, yo les envié a todos mis servidores los profetas, los envié incansablemente, día tras día. Pero ellos no me escucharon ni inclinaron sus oídos, sino que se obstinaron y obraron peor que sus padres. Tú les dirás todas estas palabras y no te escucharán; los llamarás y no te responderán. Entonces les dirás: “Esta es la nación que no ha escuchado la voz del Señor, su Dios, ni ha recibido la lección. La verdad ha desaparecido, ha sido arrancada de su boca”.
Palabra de Dios.

Comentario


Parece mentira que un pueblo quiera rechazar ser pueblo de Dios, y por lo tanto rechazar a Dios mismo. Sin embargo, ¿no hacemos lo mismo cuando buscamos nuestro bien, nuestro interés o nuestro beneficio sin tener en cuenta la voluntad de Dios?

miércoles, 27 de marzo de 2019

Evangelio     Mt 5, 17-19


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: Yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no quedarán ni una “i” ni una coma de la Ley sin cumplirse, antes que desaparezcan el cielo y la tierra. El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.
Palabra del Señor.

Comentario


“Jesús no pretende abolir el código mosaico; lo que si quiere es que se cumpla de una manera nueva. Para ello no hay que atenerse únicamente a la letra de los mandamientos, sino interpretarlos como expresión de la voluntad divina. Esta nueva interpretación exige afinar la percepción para cubrir en cada mandamiento la intención que Dios tuvo al promulgarlo” (Comentario de la Biblia del Pueblo de Dios, Ed. Verbo Divino).

martes, 26 de marzo de 2019

Evangelio     Mt 18, 21-35


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Se acercó Pedro y dijo a Jesús: “Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?”. Jesús le respondió: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores. Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos. Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda. El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: ‘Dame un plazo y te pagaré todo’. El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: ‘Págame lo que me debes’. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: ‘Dame un plazo y te pagaré la deuda’. Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. Este lo mandó llamar y le dijo: ‘¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?”. E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos”.
Palabra del Señor.

Comentario

Poner un límite al perdón es jugar con Dios como si todo fuera una transacción comercial. Dios no pone límites al perdón. De hecho sabemos que nunca dejaría de perdonarnos cada vez que nosotros reconozcamos nuestra pobreza y debilidad con sinceridad.

lunes, 25 de marzo de 2019

Evangelio     Lc 1, 26-38


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: “¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!”. Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: “No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. María dijo al Ángel: “¿Cómo puede ser esto, si yo no tengo relación con ningún hombre?”. El Ángel le respondió: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será santo y se lo llamará Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios”. María dijo entonces: “Yo soy la servidora del Señor; que se haga en mí según tu Palabra”. Y el Ángel se alejó.
Palabra del Señor.

Comentario


“El acto de fe de María nos recuerda la fe de Abraham, que al comienzo de la antigua alianza creyó en Dios, y se convirtió así en padre de una descendencia numerosa. Al comienzo de la nueva alianza también María, con su fe, ejerce un influjo decisivo en la realización del misterio de la Encarnación, inicio y síntesis de toda la misión redentora de Jesús” (San Juan Pablo II, 3/7/1997).

sábado, 23 de marzo de 2019

Lectura         Miq 7, 14-15. 18-20


Lectura de la profecía de Miqueas.
Apacienta con tu cayado a tu pueblo, al rebaño de tu herencia, al que vive solitario en un bosque, en medio de un vergel. ¡Que sean apacentados en Basán y en Galaad, como en los tiempos antiguos! Como en los días en que salías de Egipto, muéstranos tus maravillas. ¿Qué dios es como tú, que perdonas la falta y pasas por alto la rebeldía del resto de tu herencia? Él no mantiene su ira para siempre, porque ama la fidelidad. Él volverá a compadecerse de nosotros y pisoteará nuestras faltas. Tú arrojarás en lo más profundo del mar todos nuestros pecados. Manifestarás tu lealtad a Jacob y tu fidelidad a Abraham, como lo juraste a nuestros padres desde los tiempos remotos.
Palabra de Dios.

Comentario


El profeta no disimula el pecado, no oculta la responsabilidad, y sabe de sus culpas. Solo así podrá lograr que Dios despliegue su misericordia y su perdón.

viernes, 22 de marzo de 2019

Evangelio     Mt 21, 33-46


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero. Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos. Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon. El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera. Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: ‘Respetarán a mi hijo’. Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: ‘Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia’. Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?”. Le respondieron: “Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo”. Jesús agregó: “¿No han leído nunca en las Escrituras: ‘La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: Esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos?’. El que caiga sobre esta piedra quedará destrozado, y aquel sobre quien ella caiga será aplastado. Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos”. Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír estas parábolas, comprendieron que se refería a ellos. Entonces buscaron el modo de detenerlo, pero temían a la multitud, que lo consideraba un profeta.
Palabra del Señor.

Comentario


Hoy el Señor expone el curso que tomará su vida, que no es diferente a lo que vivieron sus predecesores que fueron fieles a Dios. Así, los profetas y él mismo, comparten el desprecio y la expulsión. Sin embargo, quienes están defendiendo lugares y privilegios, no se dan cuenta de que han quedado fuera del verdadero lugar: la Viña del Señor.

jueves, 21 de marzo de 2019

Evangelio     Lc 16, 19-31


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a los fariseos: Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas. El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado. En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Entonces exclamó: “Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan”. “Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí”. El rico contestó: “Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento”. Abraham respondió: “Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen”. “No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán”. Pero Abraham respondió: “Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán”.
Palabra del Señor.

Comentario


Hoy nos alegramos con Lázaro, porque el Señor lo recibió en el seno de Abrahán. También hubiéramos querido alegrarnos con el rico, anónimo, pero que eligió no ver nunca a Lázaro. Y cuando pudo verlo, ya era tarde.

miércoles, 20 de marzo de 2019

er 18, 18-20


Lectura del libro de Jeremías.
Los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén dijeron: “¡Vengan, tramemos un plan contra Jeremías, porque no le faltará la instrucción al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta! Vengan, inventemos algún cargo contra él, y no prestemos atención a sus palabras”. ¡Prestame atención, Señor, y oye la voz de los que me acusan! ¿Acaso se devuelve mal por bien para que me hayan cavado una fosa? Recuerda que yo me presenté delante de ti para hablar en favor de ellos, para apartar de ellos tu furor.
Palabra de Dios.

Comentario


Jeremías es un profeta que ha podido expresar como nadie el dolor de ser profeta. Él denuncia la sordera de un pueblo que no quiere escuchar, y el silencio de un Dios que parece no hablarle y no responder a su angustia. ¿Cómo seguir anunciando al Señor cuando el destinatario no escucha y el que tiene que revelar hace silencio? Jeremías ha demostrado que el camino del profetismo no asegura triunfos humanos ni privilegios que provengan de Dios.

martes, 19 de marzo de 2019

Evangelio     Mt 1, 16. 18-21. 24


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. Jesucristo fue engendrado así: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de todos sus pecados”. Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado.
Palabra del Señor.

Comentario


A diferencia del Evangelio de san Lucas, en el cual el ángel anuncia el nacimiento de Jesús a María, aquí lo hace a José. El texto busca mostrar que solo con el anuncio revelador y la fuerza de la Gracia José pudo aceptar una situación irregular y vivirla como un don de Dios. José se abrió a algo nuevo, en un camino que tuvo que transitar solo, apoyándose únicamente en la convicción de que un ángel le había hablado de parte de Dios en un sueño.

lunes, 18 de marzo de 2019

Evangelio     Lc 6, 36-38


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes.
Palabra del Señor.

Comentario


El evangelista refiere la enseñanza de Jesús: “Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso” (Lc 6, 36). Es un programa de vida tan comprometedor como rico de alegría y de paz. El imperativo de Jesús se dirige a cuantos escuchan su voz. Para ser capaces de misericordia, entonces, debemos en primer lugar colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios. Esto significa recuperar el valor del silencio para meditar la Palabra que se nos dirige. De este modo es posible contemplar la misericordia de Dios y asumirla como propio estilo de vida” (Franciso, Misericordiae vultus, 13).

domingo, 17 de marzo de 2019

Evangelio     Lc 9, 28b-36


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús tomó a Pedro, Juan y Santiago, y subió a la montaña para orar. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante. Y dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que aparecían revestidos de gloria y hablaban de la partida de Jesús, que iba a cumplirse en Jerusalén. Pedro y sus compañeros tenían mucho sueño, pero permanecieron despiertos, y vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con él. Mientras estos se alejaban, Pedro dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Él no sabía lo que decía. Mientras hablaba, una nube los cubrió con su sombra y al entrar en ella, los discípulos se llenaron de temor. Desde la nube se oyó entonces una voz que decía: “Este es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo”. Y cuando se oyó la voz, Jesús estaba solo. Los discípulos callaron y durante todo ese tiempo no dijeron a nadie lo que habían visto.
Palabra del Señor.

Comentario


“Cristo colocado en la cumbre del Tabor es la imagen bellísima de la liberación. Así quiere Dios a los hombres: arrancados del pecado, y de la muerte, y del infierno, viviendo su vida eterna, inmortal, gloriosa. Este es nuestro destino, y hablar de ese cielo no es alienación sino motivación para trabajar con más garra, con más gusto, las grandes responsabilidades de la tierra. Nadie trabaja la tierra y la liberación política de los pueblos con tanto entusiasmo, como aquel que espera que las luchas liberadoras de la historia se incorporarán en la gran liberación de Cristo. Cuando sabe que todo lo que reguemos en el mundo -como dice el Concilio- en justicia, en paz, en palabras de amor, en llamamientos a la cordura, todo eso lo encontraremos transfigurado en la belleza de nuestra recompensa eterna” (San Oscar Romero, 2/3/1980).

sábado, 16 de marzo de 2019

Evangelio     Mt 5, 43-48


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo” y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor.

Comentario


¿Es que podemos ser perfectos como lo es Dios, nuestro Padre? Tenemos que responder con un rotundo NO. ¿A qué apunta el texto? A caminar en la búsqueda de un amor perfecto, generoso y misericordioso. ¿Llegaremos a esa perfección? Si no empezamos a caminar no llegaremos nunca. Pero, ¿cuándo podríamos llegar? Lo veremos claramente cuando convivamos con el Padre eternamente. ¿Y mientras tanto? Caminemos hacia el amor, crezcamos en el amor, dejemos que el amor crezca en nosotros.

viernes, 15 de marzo de 2019

Evangelio     Mt 5, 20-26


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: “No matarás”, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Tribunal. Y el que lo maldice, merece el infierno. Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entre­gue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
Palabra del Señor.

Comentario


Para los escribas y fariseos la justicia consistía en vivir “ajustados” a la Ley de Dios. El “varón justo” era aquel que ordenaba su vida sobre el cumplimiento de los preceptos. Jesús postula una justicia mayor: no basta con cumplir la Ley, hay que ir más allá. La Ley dispone el mínimo, en cambio el Espíritu de Dios obrando en nosotros realiza algo más grande que la justicia de la Ley: el amor y el perdón.

jueves, 14 de marzo de 2019

Evangelio     Mt 7, 7-12


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. ¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez, le da una serpiente? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre de ustedes que está en el Cielo dará cosas buenas a aquellos que se las pidan! Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús tiene una confianza ilimitada en que el Padre quiere darnos todo lo bueno. Por eso nos exhorta a pedir con esa misma confianza. Como los niños pequeños, que todo lo esperan de sus padres.

miércoles, 13 de marzo de 2019

Evangelio     Lc 11, 29-32


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación. El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay Alguien que es más que Salomón. El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay Alguien que es más que Jonás.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús reprocha a sus compatriotas porque piden un signo. En cambio los extranjeros, como la reina de Saba y los ninivitas, no pidieron signos extraordinarios para convertirse. Les alcanzó con escuchar la predicación. Y nosotros, ¿dejamos que la Palabra de Dios nos convierta? ¿O estamos esperando señales portentosas y deslumbrantes?

martes, 12 de marzo de 2019

Evangelio     Mt 6, 7-15


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre de ustedes que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.
Palabra del Señor.

Comentario


“Hágase tu voluntad”, rezamos en el Padre Nuestro. Su voluntad es que toda la humanidad conozca su infinito amor. Su voluntad es que lleguemos a la comunión plena en la Vida Eterna. Y mientras caminamos por este mundo, le pedimos día a día discernimiento para descubrir cómo realizar ese deseo de amor que él tiene para nuestra vida, y así encaminarnos a la salvación.

lunes, 11 de marzo de 2019

Lectura         Lev 19, 1-2. 11-18


Lectura del libro del Levítico.
El Señor dijo a Moisés: Habla en estos términos a toda la comunidad de Israel: Ustedes serán santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo. Ustedes no robarán, no mentirán ni se engañarán unos a otros. No jurarán en falso por mi Nombre, porque profanarían el nombre de su Dios. Yo soy el Señor. No oprimirás a tu prójimo ni lo despojarás; y no retendrás hasta la mañana siguiente el salario del jornalero. No insultarás a un sordo ni pondrás un obstáculo delante de un ciego, sino que temerás a tu Dios. Yo soy el Señor. No cometerás ninguna injusticia en los juicios. No favorecerás arbitrariamente al pobre ni te mostrarás complaciente con el rico: juzgarás a tu prójimo con justicia. No difamarás a tus compatriotas, ni pondrás en peligro la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor. No odiarás a tu hermano en tu corazón: deberás reprenderlo convenientemente, para no cargar con un pecado a causa de él. No serás vengativo con tus compatriotas ni les guardarás rencor. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
Palabra de Dios.

Comentario


De la santidad de Dios se deriva la santidad del pueblo, que se expresará en actos concretos de caridad y justicia, velando sobre todo por la vida de los más débiles. Todos estos mandamientos quedan resumidos en “amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

domingo, 10 de marzo de 2019

Evangelio     Lc 4, 1-13


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre. El demonio le dijo entonces: “Si tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan”. Pero Jesús le respondió: “Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan”. Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra y le dijo: “Te daré todo este poder y el esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero. Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá”. Pero Jesús le respondió: “Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto”. Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: “Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: Él dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden. Y también: Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra”. Pero Jesús le respondió: “Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios”. Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de él, hasta el momento oportuno.
Palabra del Señor.

Comentario


El diablo cuestiona a Jesús directamente en su condición de Hijo de Dios. Quiere que le demuestre que ser Hijo de Dios significa hacer magia, ser poderoso, o no sufrir ninguna fragilidad humana. La imagen de Dios que el diablo propone se desentiende de la limitación y la vulnerabilidad humanas. Y justamente, Jesús rechaza esta propuesta del diablo. Él es el Hijo de Dios que actúa en la limitación y la debilidad, que no busca obrar como los poderosos de este mundo y que no rehúye el dolor corporal. Jesús, el Hijo de Dios, elige el camino de los pequeños y vulnerables.

sábado, 9 de marzo de 2019

Evangelio     Lc 5, 27-32


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: “¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?”. Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, para que se conviertan”.
Palabra del Señor.

Comentario


“Las personas que seguían a Jesús y convivían con él no eran santas. Eran personas comunes, como nosotros. Tenían sus virtudes y sus defectos. Con este grupo, Jesús dio comienzo a la revolución más grande de la historia. Hay esperanza para nosotros. Jesús no eligió a la élite, no escogió a personas formadas y con estudios, de cualidades superiores. Eligió a aquellos que se sentían atraídos por su mensaje de vida” (Carlos Mesters, Con Jesús a contramano, Ed. Centro Bíblico Ecuménico).

jueves, 7 de marzo de 2019

Evangelio     Lc 9, 22-25


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: “El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día”. Después dijo a todos: “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se arruina a sí mismo?”.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús llevó adelante el plan de Dios anunciando y realizando el Reino. Esta coherencia de su vida provocó que otros planearan su muerte y lo enviaran a la cruz. Tomar la cruz es mantenernos firmes en la opción por continuar la misión de Jesús. Tomar la cruz es optar por el camino de la vida, aunque surjan oposiciones y conflictos.

miércoles, 6 de marzo de 2019

Evangelio     Mt 6, 1-6. 16-18


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre de ustedes que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres noten que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Palabra del Señor.

Comentario


La primera lectura nos hablaba como pueblo. En el Evangelio Jesús se dirige a cada uno de nosotros personalmente. Pensemos en las ocasiones en que haremos limosna, ayuno y oración en esta Cuaresma. ¿Lo iremos vociferando por ahí, buscando aplausos y aprobación? Cuaresma es tiempo de entrar en lo más íntimo, y ahí, encontrarnos con el Padre que ve en lo secreto.

martes, 5 de marzo de 2019

Evangelio     Mc 10, 28-31


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Pedro le dijo a Jesús: “Tú sabes que nosotros lo hemos deja­do todo y te hemos seguido”. Jesús respondió: “Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros”.
Palabra del Señor.

Comentario


En contraposición al hombre rico que no pudo seguir a Jesús está la experiencia de los discípulos que han dejado todo para seguirlo. Y en este discipulado ya está la recompensa: es el ciento por uno que nos da la vida comunitaria y la mirada puesta en la vida eterna.