lunes, 31 de diciembre de 2018

Lectura         1Jn 2, 18-21


Lectura de la Primera carta de san Juan.
Hijos míos, ha llegado la última hora. Ustedes oyeron decir que vendría un Anticristo; en realidad, ya han aparecido muchos anticristos, y por eso sabemos que ha llegado la última hora. Ellos salieron de entre nosotros; sin embargo, no eran de los nuestros. Si lo hubieran sido, habrían permanecido con nosotros. Pero debía ponerse de manifiesto que no todos son de los nuestros. Ustedes recibieron la unción del que es Santo, y todos tienen el verdadero conocimiento. Les he escrito, no porque ustedes ignoren la verdad, sino porque la conocen, y porque ninguna mentira procede de la verdad.
Palabra de Dios.

Comentario


Estamos en la última hora, porque ya ha pasado el tiempo de la existencia terrenal de Jesús. Ahora, toda la historia se encamina hacia la vuelta gloriosa de Jesucristo. Estamos llamados a vivir esta última hora en la fe y el auténtico conocimiento de Dios, sin dejarnos engañar por quienes se oponen a Cristo.

domingo, 30 de diciembre de 2018

Evangelio     Lc 2, 41-52


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: “Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados”. Jesús les respondió: “¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?”. Ellos no entendieron lo que les decía. Él regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón. Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres.
Palabra del Señor.

Comentario


Viviendo en una familia como todas las de la tierra, Jesús nos hace mirar más allá de esos lazos biológicos. El Padre está por encima de todos, y es quien nos constituye en una nueva familia, con el sólido vínculo de la fe común. Desde la experiencia de ser hijo y vivir la cotidianeidad en la aldea de Nazaret, Jesús puede enseñarnos a decirle “Padre” a Dios.

sábado, 29 de diciembre de 2018

Lectura         1Jn 2, 3-11


Lectura de la primera carta de san Juan.
Queridos hermanos: La señal de que conocemos a Dios, es que cumplimos sus mandamientos. El que dice: “Yo lo conozco”, y no cumple sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado verdaderamente a su plenitud. Esta es la señal de que vivimos en él. El que dice que permanece en él, debe proceder como él. Queridos míos, no les doy un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, el que aprendieron desde el principio: este mandamiento antiguo es la palabra que ustedes oyeron. Sin embargo, el mandamiento que les doy es nuevo. Y esto es verdad tanto en él como en ustedes, porque se disipan las tinieblas y ya brilla la verdadera luz. El que dice que está en la luz y no ama a su hermano, está todavía en las tinieblas. El que ama a su hermano permanece en la luz y nada lo hace tropezar. Pero el que no ama a su hermano, está en las tinieblas y camina en ellas, sin saber a dónde va, porque las tinieblas lo han enceguecido.
Palabra de Dios.

Comentario


El conocimiento mencionado en la carta no se consigue estudiando mucho, sino más bien se logra en lo personal y experiencial. Cuando conocemos así a Dios y re-conocemos su amor transformador sobre nosotros, entonces no nos queda más que vivir en ese amor. De allí brotan los actos concretos de amor al prójimo.

viernes, 28 de diciembre de 2018

Evangelio     Mt 2, 13-18


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: “Desde Egipto llamé a mi hijo”. Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: “En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen”.
Palabra del Señor.

Comentario


Herodes representa la fuerza de los poderosos, que ven una amenaza en la llegada del Reino de Dios. Su odio se desata contra los inocentes y pequeños, que no pueden hacerle frente. Jesús, el inocente por excelencia, acompaña y se solidariza con todos los débiles y pequeños de nuestro mundo.

jueves, 27 de diciembre de 2018

Evangelio     Jn 20, 1-8


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
El primer día de la semana, de madrugada, María Magdalena corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”. Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro; vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús; este no estaba caído con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó.
Palabra del Señor.

Comentario


“Y cuando dice: ‘Salió por lo tanto Pedro y también el otro discípulo’ se pone la indagación de la cosa anunciada. Y primero se pone el esfuerzo de los que buscan para indagar, y esto por medio de la salida. En efecto, quien quiere escrutar los misterios de Cristo debe, de algún modo, salir de sí. Y dice: ‘corrían los dos a la vez’, es decir, quienes amaban a Cristo corrían más que los restantes” (Santo Tomás de Aquino, Comentario al Evangelio de Juan, Ed. Ágape).

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Evangelio     Mt 10, 17-22


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Dijo Jesús a sus discípulos: “Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos. Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes. El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará”.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús sabía que llegarían las persecuciones. Y nos asegura que, en ese momento, no estaremos solos: el Espíritu Santo soplará y se manifestará para que podamos pronunciar esas palabras que muchos no quieren escuchar.

martes, 25 de diciembre de 2018

Evangelio     Jn 1, 1-5. 9-14


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Al principio estaba junto a Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe. En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron. La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre. Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios. Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios. Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
Palabra del Señor.

Comentario

La Palabra estaba junto a Dios y ahora está en medio de nosotros. Con la Palabra, llega a nuestra vida la luz y la verdad. ¿Cómo no optar por esta Palabra? ¿Cómo podríamos quedarnos con palabras vanas o maliciosas, cuando la Palabra Viva del Padre se pronuncia sobre nuestra vida? Es el cumplimiento de la Palabra lo que dignifica nuestra condición de hijos. Es la Palabra que meditamos y celebramos.

lunes, 24 de diciembre de 2018

Evangelio     Lc 1, 67-79


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Zacarías, el padre de Juan, quedó lleno del Espíritu Santo y dijo proféticamente: “Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su Pueblo, y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor, como lo había anunciado mucho tiempo antes por boca de sus santos profetas, para salvarnos de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odian. Así tuvo misericordia de nuestros padres y se acordó de su santa Alianza, del juramento que hizo a nuestro padre Abraham de concedernos que, libres de temor, arrancados de las manos de los enemigos, lo sirvamos en santidad y justicia bajo su mirada, durante toda nuestra vida. Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor preparando sus caminos, para hacer conocer a su Pueblo la salvación mediante el perdón de los pecados; gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios, que nos traerá del cielo la visita del Sol naciente, para iluminar a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz”.
Palabra del Señor.

Comentario


Zacarías es un hombre de fe y sabe que Dios cumple sus promesas. En este cántico, puede proclamar este amor entrañable de Dios que no olvida a su pueblo. Podemos unir nuestra oración a la de Zacarías, reconociendo en nuestra propia historia cómo Dios ha hecho patente su misericordia, cómo ha sido benevolente con nuestros pecados y nos ha dado la salvación. Hoy es un buen día para orar con memoria agradecida.

domingo, 23 de diciembre de 2018

Evangelio     Lc 1, 39-45


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”.
Palabra del Señor.

Comentario


“Precisamente porque el ángel habló del embarazo de Isabel como parte del plan de Dios, el apresuramiento de María indica su obediencia a ese plan. Isabel es la madre de un profeta, y después de saludar a María por el enorme honor de ser la madre del Mesías, continúa ‘in crescendo’: ¡Dichosa la que ha creído que se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte de Dios! Esto reitera la suprema importancia de escuchar la Palabra de Dios y cumplirla” (Raymond Brown, Cristo llega en Adviento, Ed. San Pablo).

sábado, 22 de diciembre de 2018

Evangelio     Lc 1, 46-55


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
María dijo: “Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de sus tronos, y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre”.
Palabra del Señor.

Comentario


¿Cómo no unirnos al cántico de María? ¿Cómo no proclamar con ella que nuestra pequeña vida está transformada en gracia por todos los bienes que el Señor nos ha hecho? Cantar con María es poder reconocer que nuestra pobreza se hace rica y fecunda cuando nos dejamos habitar por Dios.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Evangelio     Lc 1, 39-45


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Durante su embarazo, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”.
Palabra del Señor.

Comentario


El Espíritu Santo nos está moviendo a reconocer la presencia de Dios, como le ocurrió a Isabel. Es el Espíritu el que nos lleva a descubrir la obra de Dios que entra en nuestra vida, como entró en su casa llevado por María. En estos días tan especiales de la Navidad, que el Espíritu Santo nos dé la sensibilidad necesaria para descubrir a Jesús, que sigue llegando a nosotros en los rostros de muchos hermanos.

jueves, 20 de diciembre de 2018

 Is 7, 10-14


Lectura del libro de Isaías.
El Señor habló a Ajaz en estos términos: “Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas”. Pero Ajaz respondió: “No lo pediré ni tentaré al Señor”. Isaías dijo: “Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel”.
Palabra de Dios.

Comentario

Todo rey quiere asegurar su dinastía. Estas palabras del profeta sobrepasaron lo que el rey Ajaz podía esperar. La señal está en el niño que nacerá y en su nombre: Emanuel, “Dios con nosotros”. Una presencia de Dios que no quedó limitada a aquel rey y aquella coyuntura, sino que irrumpió en la historia humana con la fuerza de la encarnación del Señor.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Lectura         Jc 13, 2-7. 24-25a


Lectura del libro de los Jueces.
Había un hombre de Sorá, del clan de Dan, que se llamaba Manóaj. Su mujer era estéril y no tenía hijos. El Ángel del Señor se apareció a la mujer y le dijo: “Tú eres estéril y no has tenido hijos, pero vas a concebir y a dar a luz un hijo. Ahora, deja de beber vino o cualquier bebida fermentada, y no comas nada impuro. Porque concebirás y darás a luz un hijo. La navaja nunca pasará por su cabeza, porque el niño estará consagrado a Dios desde el seno materno. Él comenzará a salvar a Israel del poder de los filisteos”. La mujer fue a decir a su marido: “Un hombre de Dios ha venido a verme. Su aspecto eran tan imponente, que parecía un ángel de Dios. Yo no le pregunté de dónde era, ni él me dio a conocer su nombre. Pero me dijo: ‘Concebirás y darás a luz un hijo. En adelante, no bebas vino ni bebida fermentada, ni comas nada impuro, porque el niño estará consagrado a Dios desde el seno de su madre hasta el día de su muerte’”. La mujer dio a luz un hijo y lo llamó Sansón. El niño creció y el Señor lo bendijo. Y el espíritu del Señor comenzó a actuar sobre él.
Palabra de Dios.

Comentario


Se dice del niño: “estará consagrado”. Siempre hay una situación acuciante en el pueblo para que Dios intervenga por medio de personas que se consagran para realizar la obra de salvación necesaria. Su obrar se vuelve así un reflejo de la providencia de Dios sobre este mundo.

martes, 18 de diciembre de 2018

Lectura         Jer 23, 5-8


Lectura del libro de Jeremías.
Llegarán los días –oráculo del Señor– en que suscitaré para David un germen justo; él reinará como rey y será prudente, practicará la justicia y el derecho en el país. En sus días, Judá estará a salvo e Israel habitará seguro. Y se lo llamará con este nombre: “El Señor es nuestra justicia”. Por eso, llegarán los días –oráculo del Señor– en que ya no se dirá: “Por la vida del Señor que hizo subir a los israelitas del país de Egipto”, sino más bien: “Por la vida del Señor que hizo subir a los descendientes de la casa de Israel, y los hizo llegar del país del Norte y de todos los países adonde los había expulsado, para que habiten en su propio suelo”.
Palabra de Dios.

Comentario


La profecía expresa lo que cualquier pueblo espera de sus gobernantes: justicia, prudencia, derecho y unión del pueblo. Esto también lo quiere Dios, pero no lo quiere sólo para algún pueblo en particular, sino para toda la humanidad.

lunes, 17 de diciembre de 2018

Lectura         Gn 49, 1-2. 8-10


Lectura del libro del Génesis.
Jacob llamó a sus hijos y les habló en estos términos: “Reúnanse, para que yo les anuncie lo que les va a suceder en el futuro: Reúnanse y escuchen, hijos de Jacob, oigan a Israel, su padre. A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, tomarás a tus enemigos por la nuca y los hijos de tu padre se postrarán ante ti. Judá es un cachorro de león. –¡Has vuelto de la matanza, hijo mío!–. Se recuesta, se tiende como un león, como una leona: ¿quién lo hará levantar? El cetro no se apartará de Judá ni el bastón de mando de entre sus piernas, hasta que llegue Aquel a quien le pertenece y a quien los pueblos deben obediencia”.
Palabra de Dios.

Comentario


El león, “rey de la selva”, es el emblema de la tribu de Judá. De esta tribu, saldrá el que reinará sobre sus hermanos. De Belén, una pequeña aldea de Judá, en la que nació David, llegará un día el Mesías.

domingo, 16 de diciembre de 2018

1ª Lectura    Sof 3, 14-18a


Lectura de la profecía de Sofonías.
¡Grita de alegría, hija de Sión! ¡Aclama, Israel! ¡Alégrate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén! El Señor ha retirado las sentencias que pesaban sobre ti y ha expulsado a tus enemigos. El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti: ya no temerás ningún mal. Aquel día, se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos! ¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso! Él exulta de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de alegría, como en los días de fiesta.
Palabra de Dios.

Comentario


Si en una ciudad, en este caso Jerusalén, o en una comunidad o familia, se vive la presencia de Dios en la vida cotidiana, solo hay lugar para el regocijo y la felicidad.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Evangelio     Mt 17, 10-13


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Los discípulos preguntaron a Jesús: “¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?”. Él respondió: “Sí, Elías debe venir a poner en orden todas las cosas; pero les aseguro que Elías ya ha venido, y no lo han reconocido, sino que hicieron con él lo que quisieron. Así también harán padecer al Hijo del hombre”. Los discípulos comprendieron entonces que Jesús se refería a Juan el Bautista.
Palabra del Señor.

Comentario


“Jesús identifica implícitamente a Juan el bautista con el profeta Elías. Lo mismo que el profeta Elías, tenazmente perseguido por la reina Jezabel, Juan fue víctima de Herodías, la mujer de Herodes Antipas” (A. Levoratti, Comentario Bíblico Latinoamericano, Ed. Verbo Divino).

viernes, 14 de diciembre de 2018

Evangelio     Mt 11, 16-19


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a la multitud: “¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros: ‘¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!’. Porque llegó Juan el Bautista, que no come ni bebe, y ustedes dicen: ‘¡Está endemoniado!’. Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores’. Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras”.
Palabra del Señor.

Comentario


La queja de Jesús es justificada, porque muchos se quejan acusando a Jesús de ser frívolo y descuidado de la Ley. Pero son los mismos que acusan a Juan de ser un asceta exagerado. No importa cómo viva el mensajero de Dios; si el corazón es duro, siempre encontrará excusas para no escuchar.

jueves, 13 de diciembre de 2018

Evangelio     Mt 11, 11-15


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a la multitud: “Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos es combatido violentamente, y los violentos intentan arrebatarlo. Porque todos los Profetas, lo mismo que la Ley, han profetizado hasta Juan. Y si ustedes quieren creerme, él es aquel Elías que debe volver. ¡El que tenga oídos, que oiga!”.
Palabra del Señor.

Comentario


El pueblo de Israel esperaba que volviera el profeta Elías, quien señalaría el fin los tiempos. Jesús reconoce que, en la persona de Juan, se hizo presente esta esperanza, debido a que con él ha llegado ese esperado fin de los tiempos.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Evangelio     Lc 1, 39-48


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”. María dijo entonces: “Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz”.
Palabra del Señor.

Comentario


Isabel reconoce su pequeñez. No se espera semejante don. Por eso, su reacción es la alegría. Solo podemos alegrarnos de estar con Dios cuando reconocemos nuestra pequeñez.

martes, 11 de diciembre de 2018


Evangelio     Mt 18, 12-14


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: “¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre de ustedes, que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños”.
Palabra del Señor.

Comentario

Sin dudas, el tema de este texto no es la preocupación de perder o ganar una oveja, sino la alegría de Dios que sale en nuestra búsqueda y nos trae en sus brazos. Pensemos, en nuestro silencio interior, cuánto valemos para Dios, porque somos capaces de brindarle alegría al estar con él.

lunes, 10 de diciembre de 2018

Evangelio     Lc 5, 17-26


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para sanar. Llegaron entonces unas personas trayendo a un paralítico sobre una camilla y buscaban el modo de entrar, para ponerlo delante de Jesús. Como no sabían por dónde introducirlo a causa de la multitud, subieron a la terraza y, desde el techo, lo bajaron por entre las tejas con su camilla en medio de la concurrencia y lo pusieron delante de Jesús. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo: “Hombre, tus pecados te son perdonados”. Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntarse: “¿Quién es este que blasfema? ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?”. Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: “¿Qué es lo que están pensando? ¿Qué es más fácil decir: ‘Tus pecados están perdonados’, o ‘Levántate y camina’? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados –dijo al paralítico– a ti te digo, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa”. Inmediatamente se levantó a la vista de todos, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. Todos quedaron llenos de asombro y glorificaban a Dios, diciendo con gran temor: “Hoy hemos visto cosas maravillosas”.
Palabra del Señor.

Comentario


“Unido al poder divino de juzgar que, como vimos en la catequesis anterior, Jesucristo se atribuye y los Evangelistas (especialmente Juan) nos dan a conocer, va el poder de perdonar los pecados. Vimos que el poder divino de juzgar a cada uno y a todos ?puesto de relieve especialmente en la descripción apocalíptica del juicio final? está en profunda conexión con la voluntad divina de salvar al hombre en Cristo y por medio de Cristo. El primer momento de realización de la salvación es el perdón de los pecados” (San Juan Pablo II, 7/10/1987).

sábado, 8 de diciembre de 2018

Evangelio     Lc 1, 26-38


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: “¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: “No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. María dijo al Ángel: “¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?”. El Ángel le respondió: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios”. María dijo entonces: “Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra”. Y el Ángel se alejó.
Palabra del Señor.

Comentario

“La llena de gracia vivió una vida hermosa. ¿Cuál era su secreto? Nos damos cuenta si miramos otra vez la escena de la Anunciación. En muchos cuadros, María está representada sentada ante el ángel con un librito en sus manos. Este libro es la Escritura. María solía escuchar a Dios y transcurrir su tiempo con él. La Palabra de Dios era su secreto: cercana a su corazón, se hizo carne luego en su seno. Permaneciendo con Dios, dialogando con él en toda circunstancia, María hizo bella su vida. No la apariencia, no lo que pasa, sino el corazón tendido hacia Dios hace bella la vida. Miremos hoy con alegría a la llena de gracia. Pidámosle que nos ayude a permanecer jóvenes, diciendo ‘no’ al pecado, y a vivir una vida bella, diciendo ‘sí’ a Dios” (Francisco, 8/12/2017).

viernes, 7 de diciembre de 2018

Evangelio     Mt 9, 27-31


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Dos ciegos siguieron a Jesús, gritando: “Ten piedad de nosotros, Hijo de David”. Al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron, y él les preguntó: “¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?”. Ellos le respondieron: “Sí, Señor”. Jesús les tocó los ojos, diciendo: “Que suceda como ustedes han creído”. Y se les abrieron sus ojos. Entonces Jesús los conminó: “¡Cuidado! Que nadie lo sepa”. Pero ellos, apenas salieron, difundieron su fama por toda aquella región.
Palabra del Señor.

Comentario

“Mientras los que carecen de vista reciben la fe por el oído, ellos que tenían vista y presenciaban los milagros se declaraban contra la fe. Ve aquí el deseo de los ciegos, porque no se acercan simplemente a Jesús, sino que le suplican y le piden una sola cosa: que tenga misericordia de ellos. Y lo llaman hijo de David; porque les parecía que con este nombre lo honraban” (San Juan Crisóstomo, Homiliae in Matthaeum, nro. 32,1).

jueves, 6 de diciembre de 2018

Evangelio     Mt 7, 21. 24-27


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: No son los que me dicen: “Señor, Señor”, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó, porque estaba construida sobre roca. Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande.
Palabra del Señor.

Comentario

¿Quién puede llamar a Dios “Señor” y no cumplir su voluntad? Cualquiera, por supuesto. Incluso nosotros. Por lo tanto, tengamos mucha atención cuando pronunciemos el Nombre de Dios, cuando oremos o hablemos en su nombre. Nombrar a Dios debe hacernos comprometer nuestra vida.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Evangelio     Mt 15, 29-37


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó. Una gran multitud acudió a él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y él los sanó. La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban sanos, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel. Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino”. Los discípulos le dijeron: “¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?”. Jesús les dijo: “¿Cuántos panes tienen?”. Ellos respondieron: “Siete y unos pocos pescados”. Él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo; después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los daba a los discípulos, y ellos los distribuían entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron llenaron siete canastas.
Palabra del Señor.

Comentario


El Evangelio nos presenta situaciones de dolor y profunda carencia. Hacia Jesús iban los sufrientes, enfermos, abandonados y una gran lista de hombres, mujeres y niños que no encontraban un lugar en la sociedad “de los sanos”. Ellos carecían de proyectos, espacios propios, hasta de la posibilidad de entrar al Templo. Cuando Jesús los recibió en aquel descampado, un sitio alejado del centro de la ciudad y del Templo, generó un movimiento que debería haber llamado la atención del resto del poblado y, por supuesto, de las autoridades. Se trató de un movimiento de dolientes que ni siquiera podían clamar y que, sin embargo, se desplazaron para luego postrarse ante la verdadera autoridad: Dios, quien, en ese momento, los recibió en los márgenes del lago, símbolo de muchos otros márgenes.