viernes, 29 de diciembre de 2017

Evangelio     Lc 2, 22-35

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: “Todo varón primogénito será consagrado al Señor”. También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo: “Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel”. Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: “Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos”.
Palabra del Señor.

Comentario


“El nacimiento de Jesús, como todo nacimiento, es algo nuevo que empieza. El evangelio nos recuerda esa dinámica de comunicación y vida que hay entre lo nuevo y lo viejo, entre lo que nace y lo que declina. Es lo que nosotros llamamos la tradición: la fe y la vivencia que va pasando de persona a persona, de generación en generación. La presencia de los viejos Simeón y Ana cuando el niño Jesús es apenas un bebé de cuarenta días nos habla de un plan de Dios que se va desarrollando en el tiempo, que se va transmitiendo, que se lanza hacia el futuro sin desligarse del pasado histórico. Por eso son necesarios los profetas y las profetisas: porque, como Simeón y Ana, ayudan a otros a descubrir el plan de Dios” (Prof. María Gloria Ladislao, “Viejos son los trapos”, palabrasconmiel.wordpress.com, Comentarios bíblicos).

jueves, 28 de diciembre de 2017

Evangelio     Mt 2, 13-18

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: “Desde Egipto llamé a mi hijo”. Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: “En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen”.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús está en cada inocente, en cada indefenso y pobre. Él está en todas las personas que son víctimas del poder inescrupuloso. Herodes usa todos los recursos que le da su posición en un episodio que, en el fondo, resulta paradojal: el poderoso tiene miedo de los pequeños. Toda la Biblia es testimonio de que Dios está del lado de los pequeños. El evangelio de hoy hace que nos preguntemos de qué lado queremos estar.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Evangelio     Jn 20, 2-8

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”. Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro; vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús; este no estaba caído con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó.
Palabra del Señor.

Comentario


“El discípulo amado de Jesús ‘vio y creyó’. El que es discípulo amado de Jesús se encuentra junto a Pedro, a quien respeta, y tiene fe en la resurrección del Señor. Se ve que a través de esta imagen del discípulo amado de Jesús, san Juan está describiendo al cristiano ideal. Cada uno de nosotros debe contemplar estas escenas para preguntarse si reúne todas las condiciones que quiere el Señor para que podamos llamarnos discípulos suyos” (Luis Rivas, Qué es un Evangelio, Ed. Claretiana).

martes, 26 de diciembre de 2017

Evangelio     Mt 10, 17 – 22

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus Apóstoles: Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos. Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes. El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará.
Palabra del Señor.

Comentario


Existen variadas formas de odio contra el evangelio, desde la hostilidad solapada hasta la persecución violenta. Hoy, en diversas partes de la tierra, hay cristianos y cristianas que sufren hasta el martirio a causa de su fe. Que su fidelidad y su entrega nos reanimen en el compromiso por el evangelio.

sábado, 23 de diciembre de 2017

Evangelio     Lc 1, 57-66

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella. A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: “No, debe llamarse Juan”. Ellos le decían: “No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre”. Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Éste pidió una pizarra y escribió: “Su nombre es Juan”. Todos quedaron admirados. Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: “¿Qué llegará a ser este niño?”. Porque la mano del Señor estaba con él.
Palabra del Señor.

Comentario


La misión del profeta es atraer a todos hacia Dios. El bebé-profeta Juan ya está haciendo eso. Las circunstancias que rodean su nacimiento llevan a que los cercanos se pregunten: “¿Qué está pasando acá?”. Está pasando Dios, que nos habla por innumerables caminos, incluso con el nacimiento de un niño.

viernes, 22 de diciembre de 2017

Evangelio     Lc 1, 46-55

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
María dijo: “Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡Su nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de sus tronos, y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre”.
Palabra del Señor.

Comentario


Con su cántico –conocido como Magníficat– María se inscribe en la larga lista de mujeres israelitas que cantando expresa su alegría por la obra de Dios en sus vidas: Miriam, Ana, Deborah, Judith y las peregrinas del templo. Todas estas mujeres son parte de los “pobres de Yahvé”. Ellas reconocieron que su vida se había hecho fecunda por la acción de Dios, y lo celebraron con gozo.

jueves, 21 de diciembre de 2017

Evangelio     Lc 1, 39-45

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Durante su embarazo, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”.
Palabra del Señor.

Comentario


Como dice el salmo de hoy, los justos se alegran en el Señor y lo aclaman. Isabel se alegra por ella y por María, y además su gozo excede esta alegría personal. Su contento se debe a lo que Dios hizo no solo en ellas, sino también en toda la humanidad. Unamos nuestra alegría a la de Isabel y María para proclamar la obra de Dios, que viene a visitarnos en nuestra existencia cotidiana.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Lucas 1; 26 – 38

El ángel de DIOS fue enviado a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret. A una virgen que estaba comprometida con un hombre de la familia de David, llamado José. El nombre de la Virgen era María. El ángel entro en su casa y la saludo diciendo: ¡Alégrate! Llena de gracia el SEÑOR esta contigo. Al oír estas palabras quedo desconcertada y se preguntaba: que podría significar este saludo. Pero el ángel le dijo: No temas María, porque DIOS te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre JESUS, ÉL será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El SEÑOR DIOS, le dará el trono de David, su padre y reinara sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.
El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de DIOS. También tu parienta Isabel ha concebido un hijo a pesar de su avanzada edad. María dijo entonces: Yo soy la servidora del SEÑOR, que se  haga en mi según tu palabra. Y el ángel se alejó.
Palabra del Señor.

Comentario

El Rey Mesías será desconcertante. No nacerá en la capital ni entre los altos dignatarios. Para encarnarse, Dios busca lugar en un pequeño pueblo, Nazaret, en Galilea, la provincia más alejada del centro. Allí María, como tierra fértil, recibe la palabra que le habla del Hijo del Altísimo, el Rey que se sentará en el trono de David, que será grande y reinará para siempre. De esta manera, el Mesías comenzará a ser el “Dios con nosotros”, en la fragilidad de la carne humana.


lunes, 18 de diciembre de 2017

Evangelio      Mt 1, 18-24

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Es­píritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, por­que él salvará a su Pueblo de todos sus pecados”. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: “La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel”, que traducido significa: “Dios con nosotros”. Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa.
Palabra del Señor.

Comentario


San José le pone el nombre a Jesús. Su acción equivale a lo que sería hoy darle el apellido. San José le da a Jesús la pertenencia a una familia y a un pueblo, por tanto, le da una identidad y un lugar en la sociedad. Dios entra de lleno en la existencia humana y terrenal, y lo hace con la colaboración del varón justo, que obra en todo “para que se cumpla la Escritura”.

domingo, 17 de diciembre de 2017

Evangelio     Jn 1, 6-8. 19-28

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino el testigo de la luz. Éste es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: “¿Quién eres tú?”. Él confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: “Yo no soy el Mesías”. “¿Quién eres, entonces?”, le preguntaron: “¿Eres Elías?”. Juan dijo: “No”. “¿Eres el Profeta?”. “Tampoco”, respondió. Ellos insistieron: “¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?”. Y él les dijo: “Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías”. Algunos de los enviados eran fariseos, y volvieron a preguntarle: “¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?”. Juan respondió: “Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: Él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia”. Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba.
Palabra del Señor.

Comentario


“Voz del que clama en el desierto”. Y esta imagen nos hace mirar a todas las realidades secas y yermas que nos rodean. ¡Falta agua! ¡Falta vida! ¡Falta corriente de sanación y dinamismo! Como Juan Bautista, seamos profetas de este tiempo nuevo que se acerca: el Mesías viene a rociarnos y renovarnos con el agua viva y el fuego de su Espíritu.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Evangelio     Mt 17, 10-13

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Los discípulos preguntaron a Jesús: “¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?”. Él respondió: “Sí, Elías debe venir a poner en orden todas las cosas; pero les aseguro que Elías ya ha venido, y no lo han reconocido, sino que hicieron con él lo que quisieron. Así también harán padecer al Hijo del hombre”. Los discípulos comprendieron entonces que Jesús se refería a Juan el Bautista.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús interpreta que la esperanza de Elías se concretó en Juan el Bautista. Sin embargo, el pueblo no respondió como se esperaba. Prueba de ello es que Juan fue ejecutado. Lo mismo pasará con el Mesías, cuya intención será redimir a toda la humanidad, y también será víctima de quienes no lo acepten.

viernes, 15 de diciembre de 2017

Evangelio     Mt 11, 16-19

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a la multitud: ¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros: “¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!”. Porque llegó Juan el Bautista, que no come ni bebe, y ustedes dicen: “¡Está endemoniado!”. Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras.
Palabra del Señor.

Comentario


“Aquella gente no estaba abierta a la Palabra de Dios. Su rechazo no es al mensaje, sino al mensajero. Rechazan a Juan el Bautista, que no come y no bebe pero dicen que ¡es un endemoniado! Rechazan a Jesús, porque dicen que es un glotón, un borracho, amigo de publicanos y pecadores. Siempre tienen un motivo para criticar al predicador” (Papa Francisco, misa en la casa de Santa Marta, 13 de diciembre de 2013).

jueves, 14 de diciembre de 2017

Evangelio     Mt 11, 11-15

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a la multitud: Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos es combatido violentamente, y los violentos intentan arrebatarlo. Porque todos los Profetas, lo mismo que la Ley, han profetizado hasta Juan. Y si ustedes quieren creerme, él es aquel Elías que debe volver. ¡El que tenga oídos, que oiga!
Palabra del Señor.

Comentario


La tradición judía esperaba el retorno del profeta Elías. Esto marcaba el comienzo de un tiempo nuevo: el de la redención. Jesús revela que ese tiempo ya ha llegado, y que Juan el bautista hace presente la expectativa que se tenía sobre Elías.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Evangelio     Mt 11, 28-30

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús tomó la palabra y dijo: “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana”.
Palabra del Señor.

Comentario

Debemos entender que Jesús nos llama sin exigirnos nada, sin condenarnos ni juzgarnos. Sólo espera que nosotros le entreguemos nuestro cansancio y agobio. ¿Por qué nos costará tanto esto? Si justamente parece que no podemos caminar con tanto peso, ¿por qué nos resistimos a dárselo a Jesús? Hoy, en un ratito de silencio del corazón, simplemente digámosle: “Acá vengo, Señor, tal como vos me pediste, a darte mi cansancio”.e pediste, a darte mi cansancio”.

martes, 12 de diciembre de 2017

Evangelio     Lc 1, 39-48

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”. María dijo entonces: “Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz”.
Palabra del Señor.

Comentario


“Los primeros frutos del Espíritu Santo son la paz y la alegría. Y como la Santísima Virgen había reunido en sí toda la gracia del Espíritu Santo, con razón añade: ‘Y mi espíritu se regocijó’. En el mismo sentido dice alma y espíritu. La palabra exaltación –de tanto uso en las Sagradas Escrituras– insinúa cierto hábito o estado del alma –alegre y feliz– en aquellos que son dignos de él. Por eso la Virgen se regocija en el Señor con inefable latir del corazón y transporte de gozo en la agitación de un afecto honesto. Sigue: ‘En Dios mi Salvador’” (san Basilio, In Psalmo 33).

lunes, 11 de diciembre de 2017

Evangelio     Lc 5, 17-26

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para sanar. Llegaron entonces unas personas trayendo a un paralítico sobre una camilla y buscaban el modo de entrar, para ponerlo delante de Jesús. Como no sabían por dónde introducirlo a causa de la multitud, subieron a la terraza y, desde el techo, lo bajaron por entre las tejas con su camilla en medio de la concurrencia y lo pusieron delante de Jesús. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo: “Hombre, tus pecados te son perdonados”. Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntarse: “¿Quién es éste que blasfema? ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?”. Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: “¿Qué es lo que están pensando? ¿Qué es más fácil decir: “Tus pecados están perdonados”, o “Levántate y camina”? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados –dijo al paralítico– a ti te digo, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa”. Inmediatamente se levantó a la vista de todos, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. Todos quedaron llenos de asombro y glorificaban a Dios, diciendo con gran temor: “Hoy hemos visto cosas maravillosas”.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús causaba confusión, generaba interrogantes, no podía ser comprendido por algunas personas. Ellas tenían claro que sólo Dios perdona los pecados, por lo tanto, el planteo de Jesús resultaba real y muy serio. Aceptar que Jesús trajera el perdón era una blasfemia. Jesús no escapa del conflicto, sino que lo enfrenta. Y aunque parezca que “hace lo que ellos quieren”, no niega que sin dudas él tiene el poder de perdonar.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Evangelio     Mc 1, 1-8

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios. Como está escrito en el libro del profeta Isaías: “Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino. Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos”, así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados. Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo: “Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo”.
Palabra del Señor.

Comentario


La palabra “evangelio” significa “buena noticia”. De esta manera, comienza esta obra de Marcos. Él nos hace notar que Jesús es la Buena Noticia que viene a este mundo. ¿Por qué es buena noticia para nosotros? Porque nos ha liberado del pecado, de nuestro egoísmo y ambición. Es la Buena Noticia porque los desamparados del mundo ahora son llamados bienaventurados, y los sufrientes encuentran en él su descanso.

viernes, 8 de diciembre de 2017

Ef 1, 3-6. 11-12

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido. En él hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano, según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad, a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo, para ser alabanza de su gloria.
Palabra de Dios.

Comentario


“Un concepto importante en la Carta a los Efesios es que Cristo une el cielo y la tierra y que la Iglesia, su Cuerpo, llena este nuevo espacio cósmico. La creación de ese nuevo espacio, nuevo mundo, y nuevo cosmos, es fundamental en este escrito del Nuevo Testamento” (Margaret Y. MacDonald, Comentario Bíblico Internacional, Ed Verbo Divino).

jueves, 7 de diciembre de 2017

Evangelio     Mt 7, 21. 24-27

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: No son los que me dicen: “Señor, Señor”, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero ésta no se derrumbó, porque estaba construida sobre roca. Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: Esta se derrumbó, y su ruina fue grande.
Palabra del Señor.

Comentario


Somos cristianos, practicamos la fe, celebramos el culto frecuentemente, rezamos, pero ¿eso basta para vivir el Reino de los Cielos? La imagen de la construcción que utiliza Jesús es muy clara: si todo eso no se apoya en la Palabra de Dios, si no crece a partir de la Palabra vivida, todo se desmorona porque es débil y sin sustento.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Evangelio     Mt 15, 29-37
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó. Una gran multitud acudió a él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y él los sanó. La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban sanos, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel. Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino”. Los discípulos le dijeron: “¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?”. Jesús les dijo: “¿Cuántos panes tienen?”. Ellos respondieron: “Siete y unos pocos pescados”. Él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo; después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los daba a los discípulos, y ellos los distribuían entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron llenaron siete canastas.
Palabra del Señor.
Comentario
¡Qué impactante debe haber sido ver a Jesús sentado en un monte, contemplando el paisaje, y quizá descansando un poco! Pero la imagen de pronto se transforma: los pobres, enfermos, despreciados y pecadores, acuden a él. Ya parece perderse la tranquilidad inicial, y nos imaginamos ruidos, gritos, movimiento de gente y atropellos para llegar al Señor. No hay orden, no hay “filas” ni números. Todo parece caótico. No obstante este caos, en el gran desorden, Jesús interviene, atiende y sana. Y no solo eso, también alimenta con el pan material.

martes, 5 de diciembre de 2017

Evangelio     Lc 10, 21-24

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Al regresar los setenta y dos discípulos de su misión, Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, habiendo ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes, las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”. Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: “¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! Porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron”.
Palabra del Señor.

Comentario


Qué hermoso que el texto diga que Jesús se llenó de alegría, y que lanzó una exclamación. ¿Qué es lo que motiva esta alegría? Que los llamados sabios ya no monopolizan el conocimiento de Dios, y ahora los simples pueden acceder a Dios de un modo más libre y pleno.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Evangelio     Mt 8, 5-11

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión, rogándole: “Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente”. Jesús le dijo: “Yo mismo iré a sanarlo”. Pero el centurión respondió: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: “Ve”, él va, y a otro: “Ven”, él viene; y cuando digo a mi sirviente: “Tienes que hacer esto”, él lo hace”. Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: “Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe. Por eso les digo que muchos vendrán de oriente y de occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos”.
Palabra del Señor.

Comentario


“La fe del oficial romano o centurión es modelo a seguir, ya que representa la respuesta adecuada a todo milagro, haciendo posible la aceptación de la Buena Noticia por parte de todos, judíos y paganos” (comentario de la Biblia de la Iglesia en América, Ed. PPC).

domingo, 3 de diciembre de 2017

Evangelio     Mc 13, 33-37

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús dijo a sus discípulos: “Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento. Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela. Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa: si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana. No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos. Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!”.
Palabra del Señor.

Comentario


Mientras esperamos la manifestación definitiva de Jesús, cada uno de nosotros debe trabajar en este tiempo por el Reino. La vigilancia y el trabajo serán entonces las actitudes que definan la vida del cristiano.

sábado, 2 de diciembre de 2017

Evangelio     Lc 21, 34-36

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús hablaba a sus discípulos acerca de su venida: “Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra. Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre”.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús nos plantea que muchas cosas pueden hacer que nos desviemos del encuentro con el Hijo de Hombre. Es necesario entonces estar atentos, porque los poderes del mundo quieren manipularnos y buscan engañarnos. Se necesitará mucha atención para que no sea demasiado tarde.

viernes, 1 de diciembre de 2017

Evangelio     Lc 21, 29-33

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús, hablando a sus discípulos acerca de su venida, les hizo esta comparación: “Miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro árbol. Cuando comienza a echar brotes, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca. Les aseguro que no pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”.
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús nos enseña a considerar la vida presente como algo pasajero. No lo hace para que nos desentendamos de ella o de nuestro compromiso, sino para que valoremos aquello que siempre perdura: el amor y la vida.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Evangelio     Mt 4, 18-22

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar, porque eran pescadores. Entonces les dijo: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”. Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron. Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.
Palabra del Señor.

Comentario


El seguimiento de Jesús comienza en un encuentro. En ese instante, se puede captar el llamado y la libertad de seguirlo. No puede haber seguimiento del Señor si no existe este espacio de intimidad, y el reconocimiento de su palabra y de que él mismo nos busca.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Evangelio     Lc 21, 10-19

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús hablaba a sus discípulos acerca de su venida: Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo. Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas.
Palabra del Señor.

Comentario


“Al final, Jesús hace una promesa que es garantía de victoria: ‘Con su perseverancia salvarán sus vidas’. ¡Cuánta esperanza en estas palabras! Son una llamada a la esperanza y a la paciencia, a saber esperar los frutos seguros de la salvación, confiando en el sentido profundo de la vida y de la historia: las pruebas y las dificultades forman parte de un designio más grande; el Señor, dueño de la historia, conduce todo a su realización. A pesar de los desórdenes y los desastres que agitan el mundo, el designio de bondad y de misericordia de Dios se cumplirá. Y esta es nuestra esperanza: andar así, por este camino, en el designio de Dios que se realizará. Es nuestra esperanza. Este mensaje de Jesús nos hace reflexionar sobre nuestro presente y nos da la fuerza para afrontarlo con valentía y esperanza, en compañía de la Virgen, que siempre camina con nosotros” (Papa Francisco, 17/11/2013).

martes, 28 de noviembre de 2017

Evangelio     Lc 21, 5-9

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas. Entonces Jesús dijo: “De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”. Ellos le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?”. Jesús respondió: “Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: “Soy yo”, y también: “El tiempo está cerca”. No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin”.
Palabra del Señor.

Comentario


Todo lo que edificamos, sean templos, edificios enormes, estructuras dominantes u organizaciones poderosas, caerán en algún momento. No hay nada más grande y poderoso que Dios. Por eso, el texto nos lleva a pensar sobre qué nos apoyamos para construir nuestra propia vida.