miércoles, 30 de noviembre de 2016

Mateo 4; 18 – 22

Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, JESUS vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, que echaban las redes al mar, porque eran pescadores. Entonces les dijo: “Síganme, y los hare pescadores de hombres” Inmediatamente ellos dejaron las redes y los siguieron. Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago hijo de Zabedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zevbedeo, su padre, arreglando las redes, y JESUS los llamó, inmediatamente, ellos dejaron la barca, a su padre, y lo siguieron.
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús llama a estos trabajadores y su oficio de pescadores queda transformado. Ellos anunciarán su Palabra a los hombres, formando una comunidad. Serán un signo del Reino de Dios.
 

martes, 29 de noviembre de 2016

Lucas 10; 21 – 24

Al regresar los setenta y dos discípulos de su misión, JESUS se estremeció de gozo, y movido por el Espíritu Santo, y dijo: “Te alabo, PADRE, SEÑOR del Cielo y la Tierra, porque, habiendo ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes, las has revelado a los mas pequeños.  Si, PADRE, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi PADRE, y nadie sabe quien es el HIJO, sino el PADRE, como nadie sabe quien es el PADRE, sino el HIJO y a quienes el  HIJO  se lo quiera revelar” Después, volviéndose a los Discípulos, JESUS les dijo a ellos solos: “¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! Porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron.”
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús se alegra ante la experiencia de ser reconocido como el enviado del Padre. ¿Seremos nosotros también motivo de la alegría de Jesús?

lunes, 28 de noviembre de 2016

Mateo 8 5 – 11

Al entrar JESUS en Cafarnaúm, se le acerco un centurión, rogándole: SEÑOR, mi sirviente esta en casa muy enfermo de parálisis y sufre terriblemente. JESUS le dijo: “YO mismo iré a sanarlo.” Pero el centurión le respondió: SEÑOR, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy mas que un oficial subalterno,  digo a uno de los soldados que están a mis ordenes: Ve, y él va; y a otro: Ven; él viene, y cuando digo a mi sirviente: Tienes que hacer esto: él lo hace.  Al oírlo, JESUS queso admirado y dijo a los que lo seguían: “Les aseguro que no he encontrado en Israel a nadie que tenga tanta fe. Por eso les digo que muchos vendrán del oriente  y de occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos.”
Palabra del Señor.

Comentario


El centurión representa “lo alejado” de Dios, a quien la necesidad le hizo capaz de buscar y esperar en Jesús un gesto de amor, sanando a su sirviente. Así, los “alejados” nos enseñan a nosotros –muchas veces autosuficientes y casi todopoderosos– a vivir en esa dependencia de Dios.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Evangelio     Mt 24, 37-44

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé. En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado. De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada. Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada”.
Palabra del Señor.

Comentario


Mientras pensamos que “todo es igual”, que es “lo mismo un burro que un gran profesor”, el Señor conoce muy bien la diferencia. Y nosotros también. Quizás busquemos acomodarnos en cada situación a aquello que nos dé más beneficios, pero en el fondo de nuestro corazón sabemos qué es lo que Dios espera de nosotros.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Lucas 21; 34 – 36

JESUS  hablaba a sus Discípulos a cerca de su venida: “Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improvisto sobre ustedes como una trampa, porque sobrevenda sobre todos los hombres de toda la tierra. Estén prevenidos y oren intensamente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del Hombre.”
Palabra del Señor.
Comentario

Mientras esperamos el día de la Gloria, debemos estar alerta. Es una alerta activa, es decir, trabajamos y vivimos sabiendo lo que esperamos. Es la fe la que nos mueve en la vida cotidiana y en cada opción y tarea que emprendemos.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Lucas 21; 29 – 33

JESUS  hablando a sus Discípulos a cerca de su venida, les hizo esta comparación: “Miren lo que sucede con la higüera o con cualquier otro árbol. Cuando comienza a echar brotes, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el Reino de DIOS esta cerca. Les aseguro que no pasara ésta generación hasta que no haya ocurrido todo esto. El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán.”
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús nos pide que aprendamos a ver. A nuestro alrededor pasan muchas cosas, y a veces podemos quedarnos con una visión parcializada, miope o limitada. Nuestra fe nos exige ver este mundo con los ojos de Dios.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Lucas 21; 20 – 28

JESUS había dicho a sus Discípulos a cerca de su venida: “Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina esta próxima. Los que estén en Judea que se refugien en las montañas, los que estén dentro de la ciudad que se alejen, y los que estén en los campos que no vuelvan a ella. Porque serán días de escarmiento, en todo lo que esta escrito deberá cumplirse. ¡Ay de aquellas que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! Sera grande la desgracia de éste país y la ira de DIOS pesara sobre éste pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por paganos, hasta que el tiempo de los paganos llegue a su cumplimiento. Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas, los hombres desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán, entonces verán venir al Hijo del Hombre sobre una nube, lleno de poder y gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque esta por llegarles la liberación.”
Palabra del Señor.

Comentario

“El asedio y la destrucción de Jerusalén no se confunden con el final del mundo o de la historia. El plan de Dios sigue adelante y, precisamente, la ciudad y el Templo en ruinas será la ocasión para que las naciones extranjeras que no conocían a Dios, lo conozcan y se sometan a él” (comentario de La Biblia de Nuestro Pueblo).

Cuando esto suceda, a lo mejor ya sea tarde para arrepentirnos de nuestros pecados. Es mejor estar preparados DESDE HOY. 

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 21, 10-19

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús hablaba a sus discípulos acerca de su venida: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo. Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas”.
Palabra del Señor.

Comentario


Los enemigos de la verdad, el amor, y la justicia, atentan permanentemente contra cualquier intento de construir un mundo mejor al que ellos proponen. Y se servirán de todo tipo de armas: difamación, discriminación, mentiras, y hasta violencia, para evitar que el bien triunfe.

martes, 22 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 21, 5-9

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas. Entonces Jesús dijo: “De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”. Ellos le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?”. Jesús respondió: “Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: ‘Soy yo’, y también: ‘El tiempo está cerca’. No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin”.
Palabra del Señor.

Comentario


“Grande es en verdad el don que nos ofrece el Verbo de Dios para que no sólo no nos engañen las cosas aparentes, sino para que examinemos las ocultas por la gracia del Espíritu. Siendo el enemigo el odioso inventor de todo mal, oculta lo que es en realidad; inventa con astucia el nombre que ha de dar a todas las cosas, como el que queriendo sujetar a los hijos ajenos en la ausencia de sus padres, imita sus rostros, y engaña así a los que desean el regreso de sus padres. De este modo el diablo disfrazado en todas las herejías, dice: ‘Yo soy el Cristo y la verdad está en mí’. Por esto sigue: ‘Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: Yo soy, y el tiempo se acerca’” (San Atanasio, Orat. 1 contra arrianos).

lunes, 21 de noviembre de 2016

Lucas 21; 1 – 4

Levantaron los ojos, JESUS vio a unos ricos que ponían ofrendas en el tesoro del templo. Vio también a una viuda de condición muy humilde, que ponía dos pequeñas monedas de cobre, y dijo: “Les aseguro que esta pobre viuda ha dado mas que nadie. Porque todos los demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir.”
Palabra del Señor.

Comentario

Esta mujer es objeto de la mirada de Jesús. Mientras otros convirtieron la casa del Señor en una “cueva de ladrones”, esta mujer sacraliza la limosna con su corazón limpio y generoso.


domingo, 20 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 23, 35-43

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Después de que Jesús fue crucificado, el pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes burlándose decían: “Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!”. También los soldados se burlaban de él y, acercándose para ofrecerle vinagre, le decían: “Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!”. Sobre su cabeza había una inscripción: “Éste es el rey de los judíos”. Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo: “¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros”. Pero el otro lo increpaba, diciéndole: “¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que él? Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo”. Y decía: “Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”. Él le respondió: “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”.
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús es mostrado como un rey vencido. Ha perdido, y por lo tanto es ajusticiado. Sin embargo, detrás de esta violencia e injusticia, un hombre que no merece tener crédito de nadie, reconoce la realeza del vencido. No necesitó haber sido librado de su dolor para creer. Misteriosamente, en su dolor, vio al Rey que moría junto a él.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 20, 27-40

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Se acercaron a Jesús algunos saduceos, que niegan la resurrección, y le dijeron: “Maestro, Moisés nos ha ordenado: ‘Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda’. Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda, y luego el tercero. Y así murieron los siete sin dejar descendencia. Finalmente, también murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?”. Jesús les respondió: “En este mundo los hombres y las mujeres se casan, pero los que son juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección, no se casan. Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. Que los muertos van a resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor ‘el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’. Porque él no es un Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para él”. Tomando la palabra, algunos escribas le dijeron: “Maestro, has hablado bien”. Y ya no se atrevían a preguntarle nada.
Palabra del Señor.

Comentario


La pregunta que hacen los saduceos muestra su torpeza para entender las cosas de Dios. Siguen pensando con un criterio terrenal, sin llegar a abrirse a la vida nueva que Dios promete. Jesús responde a sus preguntas presentando a Dios como el Viviente. Así, nos invita a participar de esa vida plena.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 19, 45-48

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús, al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: “Está escrito: ‘Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones’”. Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.
Palabra del Señor.

Comentario


Y un día Jesús se animó, y dejó salir su dolor, su bronca, su indignación porque su amor al Templo era más fuerte que su comportamiento “políticamente correcto”. No le importaron las consecuencias, no se preocupó por su imagen, no calculó si bajaría puntos en el “rating”. Se animó y puso las cosas en su lugar.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 19, 11-28

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro. Les dijo: “Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar en seguida. Llamó a diez de sus servidores y les entregó cien monedas de plata a cada uno, diciéndoles: ‘Háganlas producir hasta que yo vuelva’. Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: ‘No queremos que éste sea nuestro rey’. Al regresar, investido de la dignidad real, hizo llamar a los servidores a quienes había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y le dijo: ‘Señor, tus cien monedas de plata han producido diez veces más’. ‘Está bien, buen servidor –le respondió–; ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el gobierno de diez ciudades’. Llegó el segundo y le dijo: ‘Señor, tus cien monedas de plata han producido cinco veces más’. A él también le dijo: ‘Tú estarás al frente de cinco ciudades’. Llegó el otro y le dijo: ‘Señor, aquí tienes tus cien monedas de plata, que guardé envueltas en un pañuelo. Porque tuve miedo de ti, que eres un hombre exigente, que quieres percibir lo que no has depositado y cosechar lo que no has sembrado’. Él le respondió: ‘Yo te juzgo por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que soy un hombre exigente, que quiero percibir lo que no deposité y cosechar lo que no sembré, ¿por qué no entregaste mi dinero en préstamo? A mi regreso yo lo hubiera recuperado con intereses’. Y dijo a los que estaban allí: ‘Quítenle las cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más’. ‘¡Pero, señor –le respondieron–, ya tiene mil!’. Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene. En cuanto a mis enemigos, que no me han querido por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia”. Después de haber dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo a Jerusalén.
Palabra del Señor.

Comentario


¿Qué hacemos con los dones que el Señor nos da? El encuentro con nosotros mismos, con nuestra identidad, con nuestro ser, es fundamental para reconocer qué debemos aportar a la comunidad. No podemos encerrarnos en el miedo a dar.

martes, 15 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 19, 1-10

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicómoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: “Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa”. Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: “Se ha ido a alojar en casa de un pecador”. Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: “Señor, yo doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le doy cuatro veces más”. Y Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido”.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús dijo que hay fiesta en el cielo por un pecador que se convierte. Y quiso darle a Zaqueo la oportunidad de convertirse. Porque Jesús vino a buscar y a sanar, y a integrar en la familia de los hijos e hijas de Abraham a cada persona. Dejemos que Jesús entre en nuestra vida y en nuestra casa. Que sea, también hoy para nosotros, el día de la salvación.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 18, 35-43

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía. Le respondieron que pasaba Jesús de Nazaret. El ciego se puso a gritar: “¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!”. Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!”. Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo a su lado, le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?”. “Señor, que yo vea otra vez”. Y Jesús le dijo: “Recupera la vista, tu fe te ha salvado”. En el mismo momento, el ciego recuperó la vista y siguió a Jesús, glorificando a Dios. Al ver esto, todo el pueblo alababa a Dios.
Palabra del Señor.

Comentario


Este ciego supo pedir con insistencia. Querían hacerlo callar, pero él gritaba más fuerte. No iba a dejar pasar la oportunidad de tener a Jesús allí delante. A su insistencia unió la claridad de su ruego: “que yo vea”. Y toda su vida quedó transformada.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Lucas 18; 1 – 8

JESUS  enseño con una parábola, que era necesario orar siempre sin desanimarse: “En una ciudad había un juez que no temía a DIOS ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: Te ruego que me hagas justicia con mi adversario. Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: yo no temo  DIOS ni me importan los hombres,  pero como esta viuda me molesta, le are justicia para que no venga continuamente a fastidiarme” y el SEÑOR  dijo: “Oigan lo que dijo este juez injusto. Y DIOS, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman a Él día y noche, aunque los haga esperar? Les  aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrara fe sobre la tierra?”
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús toma como modelo de oración la perseverancia de la viuda. Donde otros sólo verían una anciana cargosa, Jesús percibe algo más profundo: es la convicción de las personas pobres, de aquellos que reclaman por sus derechos, y que, no teniendo ni dinero, ni amigos influyentes ni recursos, saben que sólo su constancia vencerá la injusticia. Ese pedido insistente por la justicia es modelo de oración.


viernes, 11 de noviembre de 2016


Evangelio     Lc 17, 26-37

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: “En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos. Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre. En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo no vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de salvar su vida la perderá; y el que la pierda la conservará. Les aseguro que en esa noche, de dos que estén en el mismo lecho, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada”. Entonces le preguntaron: “¿Dónde sucederá esto, Señor?”. Jesús les respondió: “Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres”.
Palabra del Señor.

Comentario

Comer, beber, trabajar, construir... podríamos objetarle a Jesús que sin todo eso es imposible vivir en esta tierra. ¿Por qué él habla de esas acciones en relación a Noé, Lot y la mujer de Lot? Jesús nos advierte para que no nos quedemos aferrados a todo eso sin cultivar el sentido trascendente de nuestra vida. Es cierto que comer, beber, trabajar, construir, es indispensable para vivir. Pero también es cierto que una vida abierta a Dios y a la trascendencia no puede quedarse solamente en eso.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Lucas 17; 20 – 25

Los Fariseos le preguntaron a JESUS cuando llegaría el Reino de DIOS. Él les respondió: “El Reino de DIOS no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: Esta aquí, o esta allí. Porque el Reino de DIOS esta entre ustedes.” JESUS dijo después a sus Discípulos: “vendrá el tiempo en que ustedes desearan ver uno solo de los días del Hijo del Hombre y no lo verán. Y  les dirán: Esta aquí, esta allí, pero no corran a buscarlo. Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del Hombre cuando llegue su día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación.”
Palabra del Señor.

Comentario

¿Cuándo vendrá el Reino de Dios? La pregunta puede surgir por simple curiosidad, o por cansancio y hastío de lo que presentan los reinos de este mundo, o influida por visiones catastróficas del fin del mundo. Y Jesús responde, como siempre que le preguntan sobre este tema, que no nos corresponde saber cuándo. Más bien, estemos atentos a los signos del Reino de Dios actuando ya, hoy, en el mundo y en medio de nosotros.


miércoles, 9 de noviembre de 2016

Evangelio     Jn 2, 13-22

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: “Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio”. Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: “El celo por tu casa me consumirá”. Entonces los judíos le preguntaron: “¿Qué signo nos das para obrar así?”. Jesús les respondió: “Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar”. Los judíos le dijeron: “Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?”. Pero él se refería al templo de su cuerpo. Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado.
Palabra del Señor.

Comentario


Si el Templo era un modo de expresar la presencia de Dios en medio de su pueblo, con Jesús esa representación llega a su fin. Jesús es Dios mismo en medio de nosotros, superior a cualquier edificio de piedras finas o de arquitectura exquisita. Dentro o fuera del templo, y en las más variadas formas en que Dios se nos manifiesta, procuremos siempre el auténtico encuentro con él.

martes, 8 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 17, 7-10

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando éste regresa del campo, ¿acaso le dirá: “Ven pronto y siéntate a la mesa”? ¿No le dirá más bien: “Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después”? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: “Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber”.
Palabra del Señor.

Comentario


Hacer lo que tenemos que hacer no es un juego de palabras. Es estar dispuestos a servir en la comunidad, con el don que cada uno tiene. Y hacerlo no para esperar el aplauso o el reconocimiento sino simplemente porque esa es nuestra forma de participar en el Reino de Dios.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Lucas 17; 1 – 6

JESUS dijo a sus Discípulos: “Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! Mas le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y arrojaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños. Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónalo.” Los apóstoles le dijeron al SEÑOR: Auméntanos la fe, Él respondió: “Si ustedes tuvieran la fe del Tamaño de un grano de mostaza, y le dijeran a esa morera que esta ahí: arráncate de raíz y plántate en el mar, ella obedecería.”
Palabra del Señor.

Comentario

El escándalo es la situación por la cual hacemos que otro hermano tropiece o caiga en el pecado. Jesús advierte: ¡cuidado con inducir al pecado a los pequeños! Los pequeños son todos los que están en alguna situación de inferioridad o vulnerabilidad mayor. Y debemos acompañarlos especialmente para que no caigan en el error, el vicio o el pecado.


domingo, 6 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 20, 27-38

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Se acercaron a Jesús algunos saduceos que niegan la resurrección y le dijeron: “Maestro, Moisés nos ha ordenado: Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia se case con la viuda. Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda y luego, el tercero. Y así murieron los siete sin dejar descendencia. Finalmente, también murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa ya que los siete la tuvieron por mujer?”. Jesús les respondió: “En este mundo, los hombres y las mujeres se casan, pero los que sean juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección, no se casan. Ya no pueden morir porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. Que los muertos van a resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, ‘el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’. Porque él no es un Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para él”.
Palabra del Señor.

Comentario


Nuestro Dios es el Viviente y nos ha creado para la vida. Todo lo bueno que vivimos aquí, con toda su belleza y amor, no es más que un pálido anticipo de la plenitud que Dios nos regalará. Cada momento de amor, de lucidez y de belleza en este mundo es un pedacito de cielo que acercamos a la tierra. Todo se encamina hacia la comunión definitiva de amor que es la Vida Eterna.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 16, 9-15

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús decía a sus discípulos: “Gánense amigos con el dinero de la injusticia, para que el día en que éste les falte, ellos los reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco también es deshonesto en lo mucho. Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto, ¿quién les confiará el verdadero bien? Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les confiará lo que les pertenece a ustedes? Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al dinero”. Los fariseos, que eran amigos del dinero, escuchaban todo esto y se burlaban de Jesús. Él les dijo: “Ustedes aparentan rectitud ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones. Porque lo que es estimable a los ojos de los hombres resulta despreciable para Dios”.
Palabra del Señor.

Comentario


Este pasaje presenta a unos fariseos que se mostraban como justos pero en el fondo sólo eran amigos del dinero. Al ser instruidos en cuestiones religiosas tenían una situación de privilegio ante el pueblo que los escuchaba. Y esa situación preferencial podía ser aprovechada para ganar dinero, obtener limosnas o hacer negocios. Jesús nos exhorta a estar atentos en el momento de discernir, porque también los dirigentes religiosos pueden caer en la tentación de servir al dinero antes que a Dios.

viernes, 4 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 16, 1-8

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús decía a sus discípulos: “Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. Lo llamó y le dijo: ‘¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto’. El administrador pensó entonces: ‘¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!’. Llamó uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: ‘¿Cuánto debes a mi señor?’. ‘Veinte barriles de aceite’, le respondió. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota diez’. Después preguntó a otro: ‘Y tú, ¿cuánto debes?’. ‘Cuatrocientos quintales de trigo’, le respondió. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo y anota trescientos’. Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz”.
Palabra del Señor.

Comentario


“Los hijos de la luz son los hijos del Reino de Dios. El Señor no alaba las malas prácticas del administrador, sino la habilidad en salvar su existencia. Como el administrador asegura su porvenir, así nosotros podemos ‘atesorar riquezas en el cielo’ y no hemos de ser menos previsores que él” (Mons. J. Straubinger, Comentario a los santos evangelios).

jueves, 3 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 15, 1-10

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo, pero los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: “Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos”. Jesús les dijo entonces esta parábola: “Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido’. Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”. Y les dijo también: “Si una mujer tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, llama a sus amigas y vecinas, y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me había perdido’. Les aseguro que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte”.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús hizo patente en este mundo la alegría del Padre. Hay una fiesta en el cielo por cada pecador convertido. Por eso Jesús come y bebe con pecadores. Su acción celebra la vida nueva.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Evangelio     Lc 24, 1-8

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. Ellas encontraron removida la piedra del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas a causa de esto, se les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes. Como las mujeres, llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron: “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Recuerden lo que él les decía cuando aún estaba en Galilea: ‘Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer día’”. Y las mujeres recordaron sus palabras.
Palabra del Señor.

Comentario


Al igual que estas discípulas, ante la muerte, nosotros recordamos las palabras de Jesús. Y cuando conmemoramos a los muertos, no nos quedamos en el frío de las tumbas porque creemos que la Vida ha triunfado. “No está aquí, ha resucitado” se dijo, en primer lugar, sobre Jesús. Y se dirá un día sobre todos los muertos.

martes, 1 de noviembre de 2016

Evangelio     Mt 4, 25—5, 12

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Seguían a Jesús grandes multitudes, que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania. Al ver la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: “Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices los afligidos, porque serán consolados. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron”.
Palabra del Señor.

Comentario


Las bienaventuranzas proclaman felices a aquellos que encaminan su vida en la perspectiva del Reino de los Cielos. Cotidianamente vivimos circunstancias en las cuales no es fácil ser manso, ser misericordioso u optar por la paz. Dejemos entonces que sea el Espíritu Santo quien obre en nuestro interior, comunicándonos la santidad de Dios, que puede transformarnos desde los criterios del mundo hacia los criterios del reino de los Cielos.