martes, 30 de agosto de 2016

Mateo 13; 44 – 46

“El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre, lo vuelve a esconder; su alegría es tal, que va a vender todo lo que tiene va y compra ese campo.
Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: Un comerciante que busca perlas finas. Si llega a sus manos una perla de gran valor, se va, vende cuanto tiene y la compra.”
Palabra del Señor.

Comentario

En estas tres parábolas, se repite una misma reacción: sorpresa ante el encuentro de lo inesperado, que lleva a una acción. Ambas cosas nos hacen pensar que el encuentro con el Reino es siempre nuevo y sorpresivo.


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