viernes, 30 de noviembre de 2018

Evangelio     Mt 4, 18-22


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores. Entonces les dijo: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”. Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron. Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.
Palabra del Señor.

Comentario


El llamado a estos dos hermanos les ha cambiado la vida, pero también la vida familiar. Cuando el Señor nos convoca, y nos incluye en su proyecto del Reino nada queda igual, porque nuestra opción modifica el presente y los proyectos de todos. Nuestro mundo cambia, y por eso el mundo entero también cambia. El Señor llama a Pedro, a Andrés, y a cada uno. Te sugiero un hermoso ejercicio de oración: leé el texto, hacé silencio, y cambiá el nombre de Andrés por el tuyo. Y pensá cómo cambia tu vida y tu entorno con tu respuesta positiva y tu seguimiento del Señor.

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