viernes, 5 de octubre de 2012


Proverbios 28

El malvado huye aunque nadie lo persiga, pero el justo se siente seguro como el león.
Para castigo del país son muchos sus gobernantes; con un hombre inteligente hay estabilidad.
Un hombre malvado que oprime a los desdichados es como lluvia devastadora que deja sin pan.
Los que abandonan la ley aplauden al malo, los observantes lo combaten.
Los malvados no comprenden la justicia, pero los que buscan a DIOS comprenden todo.

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