lunes, 6 de noviembre de 2017

Evangelio     Lc 14, 1. 12-14

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Jesús dijo al que lo había invitado: “Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos. ¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!”.
Palabra del Señor.

Comentario


Sería más fácil si Jesús nos dijera que demos de comer a los pobres en lugar de “siéntense a comer con ellos”. La exigencia está planteada para que no permanezcamos conformes y encerrados en nuestro “mundito”. Como el reino de Dios no tiene límites, Jesús quiere que hagamos realidad esta comensalía ilimitada compartiendo lo que tenemos con aquellos que no podrán retribuírnoslo.

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