viernes, 2 de febrero de 2018

Mal 3, 1-4

Lectura de la profecía de Malaquías.
Así habla el Señor Dios: Yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino delante de mí. Y en seguida entrará en su Templo el Señor que ustedes buscan; y el Ángel de la alianza que ustedes desean ya viene, dice el Señor de los ejércitos. ¿Quién podrá soportar el Día de su venida? ¿Quién permanecerá de pie cuando aparezca? Porque él es como el fuego del fundidor y como la lejía de los lavanderos. Él se sentará para fundir y purificar: purificará a los hijos de Leví y los depurará como al oro y la plata; y ellos serán para el Señor los que presentan la ofrenda conforme a la justicia. La ofrenda de Judá y de Jerusalén será agradable al Señor, como en los tiempos pasados, como en los primeros años.
Palabra de Dios.

Comentario


“La justicia adquiere aquí identidad propia: obreros, viudas y huérfanos. Cuando todos hayan sido juzgados y purificados, se podrá hablar de perfección en el culto y en las ofrendas” (comentario de La Biblia de nuestro pueblo,Ed. El Mensajero).

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