jueves, 30 de diciembre de 2021


 

Lucas 2; 36 – 42

Había una profetiza, llamada Ana, era una mujer muy anciana. De joven había vivido siete años casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del Templo ni de día ni de noche, sirviendo a DIOS con ayunos y oraciones. Cuando entraron al Templo José y María con el niño, Ana se acerco, dando gracias a DIOS y hablando del niño a todos los que aguardaban la liberación de Israel.

Una vez que cumplieron con todo lo que mandaba la ley del SEÑOR, se volvieron a Galilea, a su casa de Nazaret. El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de DIOS estaba con ÉL.

Palabra de DIOS gloria a ti SEÑOR JESÚS.

 

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