jueves, 3 de noviembre de 2011

Mateo 21
Maldición de la higuera
Al regresar a la ciudad, muy de mañana, sintió hambre. Divisando una higuera cerca del camino, se acercó, pero no encontró sino hojas y le dijo: “!Jamás volverás a dar frutos¡” y al instante se secó la higuera.
Al ver esto los discípulos dijeron maravillados: ¿Cómo se secó de repente la higuera? JESUS les contesto: “En verdad les digo: si tienen realmente fe y no vacilan, no harán solamente lo que acabo de hacer con la higuera, sino que le dirán a ese cerro ¡quítate de ahí y échate al mar! Y así sucederá. Todo lo que pidan con una oración llena de Fe, lo conseguirán”

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