viernes, 24 de febrero de 2012

Siracides 40

El vino y la música llevan alegría al corazón; pero mucho mas el amor a la sabiduría.
La flauta y la citara embellecen el canto, pero mas dulce es una voz melodiosa.
Gracia y belleza alegran los ojos, pero mas el verdor de los campos.
El amigo ayuda a su amigo en el momento oportuno; pero mejor al hombre lo ayuda su esposa.
Hermanos y protectores son útiles en los días malos; pero mas que ambos salva la limosna.
El oro y la plata aseguran el andar; pero mas estimables es el consejo.
La riqueza y la fuerza dan seguridad; pero mas el temor al SEÑOR; Con el temor del SEÑOR no hay humillación; con El no hay que buscar apoyo.
El temor del SEÑOR es un paraíso de bendición; El lo coloco mas arriba que toda gloria.
Hijo mío, no vivas pidiendo limosna, mas vale morir que mendigar.
No es vida la del hombre que atisba la mesa del cecino. Se ensucia la boca con comida de extranjeros, un hombre bien instruido y educado se cuidara de hacerlo.
Lo que regalaron al hombre irresponsable le parece dulce en su boca, pero en su vientre será fuego ardiente.

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