lunes, 13 de mayo de 2013


Romanos 8

Sabemos que toda la creación sigue con sus gemidos y dolores de parto. Lo mismo nosotros, aunque se nos dio el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir, gemimos interiormente, anhelando el día en que DIOS nos adopte, con nuestro cuerpo inclusive. Perseverar en la esperanza es lo que nos salva. Pero ver lo que se espera ya no es esperar: ¿Cómo se podrá esperar lo que se ve? Pues bien, esperar cosas que no vemos, significa tanto constancia como esperanza.


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