sábado, 23 de enero de 2016

Marcos 3; 20 – 21

El pecado contra el Espíritu Santo: Vuelto a casa, se junto otra vez tanta gente que no podían ni comer.
Al enterarse sus parientes de todo lo anterior, fueron a buscarlo para llevárselo, pues decían: Se ha vuelto loco. Mientras tanto, unos maestros de la ley que habían venido desde Jerusalén decían: Esta poseído por Beelzebul, jefe de los demonios.
JESUS les pidió que se acercaran y empezó a enseñarles por medio de ejemplos: “¿Cómo puede Satanás echar a Satanás? Si una nación esta con luchas internas, esa nación no podrá mantenerse en pie. Si una familia esta con divisiones internas, esa familia no podrá subsistir”

Comentario


El evangelio de Marcos se preocupa en mostrar que Jesús no era aceptado por todos. A lo largo de sus páginas, las oposiciones son muchas. Hoy nos acerca una situación que habrá llenado de dolor al Señor: la actitud despectiva de su familia. Pero, en el mismo camino de estas oposiciones, crece la aceptación de la gente, como también nos muestra esta escena.

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