domingo, 10 de junio de 2018

 Gn 3, 9-15

Lectura del libro del Génesis.
Después de que el hombre y la mujer comieron del árbol que Dios les había prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde estás?”. “Oí tus pasos por el jardín ?respondió él? y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí”. Él replicó: “¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?”. El hombre respondió: “La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él”. El Señor Dios dijo a la mujer: “¿Cómo hiciste semejante cosa?”. La mujer respondió: “La serpiente me sedujo y comí”. Y el Señor Dios dijo a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón”.
Palabra de Dios.

Comentario

El texto parece explicarnos que la existencia del mal, o la lucha entre el bien y el mal, se origina en la decisión humana. Y, por supuesto, el ser humano vive en tensión plena desde siempre, desde sus primeros días. Cada uno de nosotros debe elegir en medio de esas tensiones. La narración del origen del pecado del Génesis es el relato de nuestra propia historia diaria.

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