sábado, 3 de noviembre de 2012


Consejos de piedad (Eclesiastés 5)

No dejes que tu boca ye haga pecar ni vayas a decir después al representante de DIOS que no lo hiciste adrede. ¿Para que harás enojarse a DIOS con una palabra tuya, para que El, después, haga fracasar tus empresas? Pues en los largos sueños hay muchas ilusiones, y lo mismo en las muchas palabras. Por eso, teme a DIOS.
Si en una región ves al pobre oprimido y los derechos pisoteados y la justicia, pisoteados, no te sorprendas, porque sobre una autoridad hay otra y así sucesivamente. Ves como la tierra produce para todos y, al final, el rey depende de ella.


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