jueves, 8 de noviembre de 2012


Eclesiastés 7

Mas vale la buena fama que el aceite perfumado; y el día de la muerte mas que el del nacimiento.
Es mejor ir a un velorio que asistir a un banquete, porque este es el fin de todo hombre y al que vive le sirve para reflexionar.
Mas vale la pena que la risa, porque la pena del rostro es remedio del alma. El corazón de los sabios esta en la casa del duelo, y el de los tontos en la casa alegre.
Mas vale escuchar el reproche del sabio, que las alabanzas de un tonto.


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