lunes, 11 de febrero de 2013


Sirácides 3

El que glorifica a su padre tendrá larga vida. El que obedece al SEÑOR da descanso a su madre y, como a su SEÑOR, sirve a quienes le dieron la vida.
De palabra y obra honra a tu padre para que su bendición venga sobre ti. Porque la bendición del padre afirma la casa de los hijos, pero la maldición de la madre destruye sus cimientos.
No te alegres de la humillación de tu padre, pues su deshonor no es gloria para ti.

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